Konstant¨ªn, no te olvidamos
Le escribe un joven universitario, lector ciertamente asiduo de su peri¨®dico, que, un tanto abrumado por la abundante informaci¨®n vertida estos d¨ªas por los medios informativos con respecto a la muerte del m¨¢ximo dirigente sovi¨¦tico, C. Chernenko, me he decidido a enviarles mi singular punto de vista con relaci¨®n a dicho acontecimiento.La solidaridad universal es algo de lo que siempre estaremos orgullosos los terr¨¢queos; esta solidaridad es el fen¨®meno por el cual una un¨¢nime reacci¨®n de ¨¢nimo y apoyo surge desde todos los rincones del planeta dirigida al pa¨ªs que acaba de sufrir una tragedia o ha perdido a un importanteestadista. Este ¨²ltimo es el caso de la URSS con el fallecimiento de Constant¨ªn Chernenko. Las muestras de apoyo no se han hecho esperar; ah¨ª est¨¢ la huelga de hambre general decretada en Etiop¨ªa en memoria de Constant¨ªn, o el homenaje que dedican Ir¨¢n e Irak esta semana bombarde¨¢ndose mutuamente el doble de ciudades de lo habitual, e incluso duplicando el n¨²mero de bajas enemigas en sus respectivos partes de guerra (cosa ¨¦sta ciertamente dif¨ªcil, ya que haLy que andarse con cuidado de que el p¨²blico no se mosquee al o¨ªr que en la ¨²ltima batalla resulta que han muerto m¨¢s soldados enemigos que habitantes tiene el pa¨ªs rival).
Pero no crean que estas reacciones s¨®lo se producen enel extranjero; aqu¨ª, en Espa?a, no nos,quedamos atr¨¢s en eso de solidarizarnos. Esta semana, sin ir m¨¢s lejos, una gran parte de la poblaci¨®n se ha puesto de acuerdo, entre ellos un servidor, para resfriarse a la memoria del ilustre Constant¨ªn, lo que tiene un gran m¨¦rito si tenemos en cuenta que los bruscos cambios de tiempo que afectan estos d¨ªas a nuestro pa¨ªs no han influido en absoluto en esta decisi¨®n.
No obstante, siempre surge ese brote de disconformidad, de insolidaridad, como el feo gesto del barbudo Fidel, quien se neg¨® rotundamente a asistir a los funerales de Constan¨ªn al enterarse de que al difuntojam¨¢s le hab¨ªan gustado los puros habanos, y sin olvidar tampoco la inasistencia de Reagan, quien no ha conseguido enga?ar a nadie con su absurda excusa de que los aires de la estepa podr¨ªan resfriar a su p¨®lipo intestinal... En cualquier caso, creo que Constant¨ªn descansar¨¢ tranquilo gracias a la solidaridad de cuantos nos quedamos aqu¨ª. Y, mientras, yo a lo m¨ªo, atchiiissssss...-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.