El ministro de Exteriores marroqu¨ª llega ma?ana a Madrid

El nuevo ministro marroqu¨ª de Asuntos Exteriores, Abdellatif Filali, efect¨²a a partir de ma?ana una visita a Espa?a de dos d¨ªas para informarse directamente del Gobierno espa?ol del alcance pol¨ªtico de la normalizaci¨®n de relaciones entre Espa?a y Argelia, tras la soluci¨®n del contencioso del gas, y el viaje a Argel del presidente Felipe Gonz¨¢lez, el 11 y el 12 de marzo.El mismo domingo, el ministro Filali ser¨¢ recibido por su hom¨®logo espa?ol, Fernando Mor¨¢n, y el lunes le conceder¨¢ una audiencia el rey Juan Carlos y -en principio- el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez. La visita de Filali, que es tambi¨¦n ministro de Informaci¨®n -calificada de "privada" por fuentes de su propio ministerio, y de "oficial" por las autoridades espa?olas- es la segunda que efect¨²a al extranjero -despu¨¦s de a Washington- el nuevo ministro de Asuntos Exteriores marroqu¨ª, que fue designado para ese cargo hace un mes.

Aunque las relaciones entre Espa?a y Argelia intrigan de manera preferente a los marroqu¨ªes en la actualidad, el ministro Filali, consuegro del rey Hassan II y uno de los hombres de influencia en ascenso en Marruecos, lleva en cartera otros temas importantes, entre ellos la planificaci¨®n de la primera visita oficial a Madrid del rey de marroqu¨ª, cuya realizaci¨®n sigue pareciendo hoy problem¨¢tica.

Vendr¨¢ el primer ministro

Esa visita a Espa?a del rey Hassan II va a ser sustituida por el momento por otra del primer ministro, Karim Lamrani, al frente de una delegaci¨®n econ¨®mica, cuando el rey Hassan II le confirme en ese cargo, ya que el actual Gobierno marroqu¨ª es, t¨¦cnicamente, provisional.

Los dem¨¢s temas son casi todos econ¨®micos. Entre ¨¦stos se encuentra la controversia surgida entre las autoridades financieras marroqu¨ªes y las espa?olas a prop¨®sito de la utilizaci¨®n de los cr¨¦ditos anexos al convenio de pesca de. 1983, un problema que asciende a 400 millones de d¨®lares (unos 72.000 millones de pesetas), la mitad de los cuales deber¨ªan haber sido utilizados ya. Aunque el convenio de pesca establece que esos cr¨¦ditos son en d¨®lares, los marroqu¨ªes sostienen que quieren cerrar los contratos privados con sus suministradores espa?oles en pesetas, aunque ¨¦stas sean convertidas inmediatamente a d¨®lares y cargadas en esa moneda a la cuenta de cr¨¦ditos.

Esta controversia afecta a importantes contratos ya firmados por empresas espa?olas o por firmar, algunos de los cuales corren el riesgo de ir a suministradores franceses, que aceptan la contrataci¨®n en francos. Ello afecta particularmente a la adquisici¨®n de barcos de pesca en Espa?a, 42 de los cuales ya han sido vendidos, pero otros 16 han sido comprados a Francia.

En el terreno pol¨ªtico, Espa?a y Marruecos no parecen tener mayores problemas en el presente, excepto quiz¨¢ un excesivo deseo de Marruecos por hacer proselitismo en Espa?a misma, a favor de sus tesis sobre Ceuta y Melilla, que ha alcanzado una cierta intensidad en los ¨²ltimos meses.