Un revulsivo en favor de los j¨®venes
La iniciativa de la ONU de declarar 1985 A?o Internacional de la Juventud es netamente positiva, en tanto que puede significar que los problemas de los j¨®venes pasen a un primer plano ante la opini¨®n p¨²blica y que se abra la posibilidad de participar en propuestas globales para solucionarlos. En lo que va de a?o, es ya mucha la tinta empleada en valorar la incidencia real que este tipo de declaraciones pueda tener sobre los colectivos a que se dirigen. Tambi¨¦n son muchas las l¨ªneas escritas elogiando la t¨®pica imagen disconforme y so?adora de los j¨®venes, criticando sus miserias y compadeciendo sus problemas. En el pasado a?o ya comenzaron a alzarse las voces del derrotismo argumentando que este tipo de eventos no es eficaz y que un a?o es un per¨ªodo demasiado corto, en el que no s¨¦ puede intentar hacer lo que no se ha hecho ya antes. Pero este tipo de reflexiones s¨®lo hace un flaco favor a los propios j¨®venes.Quiz¨¢ los objetivos definidos por la ONU y el Comit¨¦ Espa?ol, de elaborar y aplicar pol¨ªticas integrales y planes nacionales para la juventud, han contribuido a extender ese desafortunado "estado de opini¨®n" de que el trabajo dedicado a solucionar los problemas de los j¨®venes comienza y termina en este peque?o margen de 365 d¨ªas. En este sentido, quiero hacer una primera reflexi¨®n: para las Juventudes Socialistas, de Espa?a, el A?o Internacional de la Juventud es un a?o m¨¢s de trabajo por conseguir mejorar la situaci¨®n real y cotidiana de los j¨®venes. Quiz¨¢ sea un a?o de mayor posibilidad de participaci¨®n, pero, desde luego, no es ninguna panacea que vaya a solucionar todos nuestros problemas.
No quiero entrar a valorar la eficacia real de anteriores a?os internacionales ni las actividades, m¨¢s o menos testimoniales, que desde las Administraciones p¨²blicas se han programado para esta efem¨¦rides. Pero s¨ª me parece importante reflexionar sobre la posibilidad que tenemos los j¨®venes de hacer que este a?o no se reduzca a un conjunto de actos culturales, desfile de ministros y declaraciones grandilocuentes. Para ello tenemos que hacer de 1985 un revulsivo para que se conozcan mejor nuestros problemas reales, huyendo de actitudes moralistas o paternalistas, como primer paso para ir concretando soluciones directas y eficaces a los mismos. Los j¨®venes socialistas vamos a participar en los programas y actuaciones previstos especialmente para esta celebraci¨®n. Vamos a trabajar por obtener soluciones desde una perspectiva globalizadora, descentralizada y, sobre todo, participativa. Pero estamos convencidos de que las transformaciones sociales que pueden solucionar los problemas reales no deben circunscribirse s¨®lo a la actuaci¨®n de un comit¨¦ o direcci¨®n general, ni siquiera a la actuaci¨®n del Gobierno.
Es responsabilidad de toda sociedad, especialmente de los j¨®venes, intervenir en la soluci¨®n de los problemas y aprovechar las posibilidades de participaci¨®n abierta por algunas reformas ya emprendidas (LODE, LRU, ley de Objeci¨®n de Conciencia, fomento de empleo juvenil, etc¨¦tera). ?ste es tambi¨¦n un importante trabajo para realizar en el A?o Internacional de la Juventud.
Si somos capaces de utilizar este a?o en contribuir a vertebrar la sociedad, aumentar la intervenci¨®n activa de los j¨®venes, como uno m¨¢s de los sectores que padecen un bajo ¨ªndice de vertebraci¨®n, estaremos haciendo tambi¨¦n un importante trabajo que puede dar frutos en muy poco tiempo. Las Juventudes Socialistas estamos trabajando en este sentido, sobre todo en el terreno estudiantil, donde pretendemos contribuir a la formaci¨®n de una organizaci¨®n estatal de estudiantes progresistas. Tambi¨¦n estamos centrando nuestro esfuerzo en otros tres temas que consideramos fundamentales: la lucha contra el desempleo, el trabajo por la paz y el desarme y la lucha contra la toxicoman¨ªa y la delincuencia juvenil. Se trata de aunar esfuerzos para conseguir soluciones globales, pero considerando imprescindible el trabajo cotidiano por la soluci¨®n de problemas concretos. Entre todos debemos evitar que se produzcan casos como el del heroin¨®mano Francisco Javier Albarr¨¢n y que comiencen a solucionar los problemas planteados en el servicio militar, el paro, la ense?anza, la objeci¨®n de conciencia, la vivienda, etc¨¦tera.
El A?o Internacional de la Juventud es una oportunidad m¨¢s para seguir avanzando en la constituci¨®n de esa sociedad libre y tolerante, donde nuestro derecho a la diferencia sea algo asumido y cotidiano, que no quede s¨®lo en la actitud paternalista-adoctrinadora de cantar a esa falsa imagen de inofensivo inconformismo, ut¨®pica y so?adora, de los j¨®venes.
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