El honor de Barrionuevo

EL MINISTRO del Interior acaba de demandar por la v¨ªa civil, y ampar¨¢ndose en la ley de Protecci¨®n al Honor y la Intimidad, al director de EL PAIS y a la empresa editora del diario. Pretende la demanda que este peri¨®dico ha da?ado ileg¨ªtimamente la imagen y el prestigio del ministro, sobre todo con ocasi¨®n de las informaciones sobre el asesinato del l¨ªder nacionalista vasco Santiago Brouard. Ni en el fondo de la cuesti¨®n -que sea ileg¨ªtimo criticar la imagen y la actividad de un ministro democr¨¢tico que a nuestro juicio hace mal su trabajo- ni en la forma -que una ley destinada a proteger la intimidad de las personas se utilice para tratar de emboscar las responsabilidades pol¨ªticas- podemos estar de acuerdo.Una demanda de este g¨¦nero, desde el poder pol¨ªtico contra un medio de comunicaci¨®n, es una agresi¨®n directa a la libertad de expresi¨®n. Si quien la hace es nada menos que el ministro de quien dependen la polic¨ªa y la Guardia Civil -que Barrionuevo escogi¨® en su d¨ªa como s¨ªmbolo del orden p¨²blico socialista-, la actitud es doblemente ins¨®lita. Es ¨¦ste el primer ministro de la democracia, que sepamos, que lleva a los tribunales a un peri¨®dico sin utilizar los servicios del fiscal del Estado por informaciones y cr¨ªticas sobre su gesti¨®n. Pero la suposici¨®n de que estar¨ªamos ante una actitud particular del se?or Barrionuevo frente a los abusos de un diario es verdaderamente c¨¢ndida. Nunca hemos dicho nada que afecte personalmente al se?or Barrionuevo fuera del desempe?o del ejercicio de sus cargos pol¨ªticos. Es claro el porqu¨¦: el se?or Barrionuevo no merece personalmente la m¨¢s m¨ªnima atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica. Y lo mismo que este diario ha elogiado y elogia su reciente dureza contra los mandos militares de la polic¨ªa que se le insubordinaron, seguir¨¢ criticando y critica su solidaridad con los polic¨ªas procesados por el homicidio del grapo Mart¨ªn Luna; su peinado abusivo del barrio del Pilar de Madrid; el mantenimiento de un connotado represor de la izquierda democr¨¢tica como jefe de los servicios antiterroristas, y la fracasada pol¨ªtica policial de todo su departamento. Pero a la postre, lo ¨²nico que interesa de todo esto es qui¨¦n asesin¨® a Santiago Brouard y por qu¨¦. Y tambi¨¦n por qu¨¦ el fiscal Valerio quer¨ªa investigar a los servicios espa?oles de inteligencia en relaci¨®n con el caso. Preguntas que para nada afectan al honor del se?or Barrionuevo, sino a la credibilidad del Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez.