Los cr¨ªmenes de Israel
Leo con estupor las noticias que los diversos medios de comunicaci¨®n est¨¢n emitiendo estos d¨ªas con respecto a la muerte de dos periodistas norteamericanos de la cadena CBS a manos del Ej¨¦rcito israel¨ª.Pasa a la p¨¢gina 10
Los cr¨ªmenes de Israel
Viene de la p¨¢gina 9Como era de esperar ante un hecho de estas caracter¨ªsticas, se suceden los comunicados de protesta, las condenas un¨¢nimes, la repulsa general..., encaminado todo ello a despertar la conciencia p¨²blica contra un acto de barbarie cometido contra dos profesionales de la informaci¨®n.
Hasta aqu¨ª, de acuerdo, suscribo cualquier iniciativa de este g¨¦nero.
Lo que me indigna es precisamente esa oleada de protestas que, cuando vienen del sector period¨ªstico o del jefe de la cadena televisiva correspondiente, pueden tener una explicaci¨®n en el natural instinto gregario que nos caracteriza m¨¢s o menos a todos los; que pertenecemos a un colectivo determinado, pero que no se justifican, creo, en absoluto cuando se trata de efectuar un juicio de valor dentro de un contexto b¨¦lico, como es el caso de L¨ªbano.
?De qu¨¦ nos extra?amos? Estos dos periodistas no son sino dos v¨ªctimas m¨¢s del imperialismo sionista (y lo llamo as¨ª porque me parece que no tiene otro nombre). Diariamente est¨¢n siendo asesinados cientos de hombres desarmados, ancianos, ni?os y mujeres; sus hogares son sistem¨¢ticamente destruidos; los derechos humanos de que tan orgullosos nos sentimos en Occidente son s¨®lo un sue?o imposible para estos ciudadanos, que han de soportar en su propia patria, una invasi¨®n absurda y medieval. ante la que no cabe una explicaci¨®n l¨®gica Iposible. Y nadie se rasga las vestiduras.
Uno recuerda los campos de exterminio nazis y se pregunta si es que ya se habr¨¢ borrado todo aquel horror de la memoria colectiva del pueblo jud¨ªo, o si, por el contrario, ser¨¢ que aprendieron la lecci¨®n demasiado bien.
El Gran Hermano ha dicho que son "cosas que pasan", y no le falta raz¨®n. ?C¨®mo va a condenar un hecho producido como consecuencia de la patente de corso que ¨¦l mismo ha concedido al Ej¨¦rcito israel¨ª, que, por otra parte, vive y mata gracias al cr¨¦dito ilimitado de Wall Street? Eso ser¨ªa tanto como faltar a la palabra dada, y no olvidemos que Ronald Reagan jura con la mano sobre la Biblia.-
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