Rugby femenino

El domingo 17 de marzo su peri¨®dico publicaba una foto de rugby femenino con un comentario al pie en el que se vierten las m¨¢s est¨²pidas y cretinas versiones sobre un deporte que tilda de delicado por el hecho de practicarlo mujeres.No se cae en que en la misma p¨¢gina se informa de que Mar¨ªa del Carmen Bell¨®n es medalla de bronce en los Campeonatos Europeos de Judo y ni siquiera se intenta sistematizar a la vista de que en otros deportes femeninos como, por ejemplo, el baloncesto apenas si se usa el tiro de tres puntos, en atletismo no se salta p¨¦rtiga y un largo etc¨¦tera.

As¨ª que lo que el plumilla ha hecho es escribir su pobre comentario, y cuando ap¨¢recieron las fotos elegir la que mejor ejemplificaba su punto de vista.

Puestos a seguir en su m¨¦todo de suposiciones queremos deducir: Que el comentario ha sido hecho por un pobre mis¨®gino adicto a alguna secta que preconiza la mujer en la cocina. Y que como periodista deja que desear, pues habla de lo que no vio ni entendi¨®. El partido fotografiado no se jug¨® en Getafe, sino en Madrid.

Pensemos que la mujer puede practicar o desarrollar cualquier actividad f¨ªsica, y s¨ª no lo ha hecho antes es porque se ha encontrado con actitudes cerriles que en otros tiempos eran dif¨ªciles de superar.

En todo esto no hay ¨¢nimo de ir a una tonta guerra de sexos u otras lindezas, sino a que nos dejen en paz hacer lo que nos venga en gana. Parad¨®jicamente, y como ejemplos, nos sentimos m¨¢s solidarias con los rudos mineros ingleses, algunos magn¨ªficos jugadores de rugby, que con la delicada Margaret Thatcher.-

y 17 firmas m¨¢s.