El 'sindicato' del sexo

La prostituci¨®n no est¨¢ legalmente reconocida, pero s¨ª tolerada. El primer teniente de alcalde de Madrid, Juan Barranco, se manifest¨® a favor de su legalizaci¨®n, lo que provoc¨® una enconada pol¨¦mica con el Instituto de la Mujer. Un grupo de prostitutas de la zona alta de Barcelona, tras la prohibici¨®n de ejercer en el barrio de Pedralbes, ha reactivado una idea que naci¨® en 1983: la creaci¨®n de una asociaci¨®n, a modo de sindicato, que les reconozca como profesi¨®n aut¨®noma y, por consiguiente, su derecho a estar afiliadas a la Seguridad Social. Pero tambi¨¦n que exista un control sanitario por parte de las autoridades, a fin de atajar el incremento de enfermedades ven¨¦reas. Y que se les asigne un espacio ciudadano donde pueda desarrollar su ancestral oficio. No hacemos da?o a nadie, queremos ser legales han pintado en una pared.

Modesta V. no olvidar¨¢ en mucho tiempo la esperp¨¦ntica refriega que vivi¨® el pasado 23 de marzo, cuando la polic¨ªa dispers¨® a medio centenar de prostitutas como ella, en la Zona Universitaria de Barcelona. Modesta llevaba, junto con sus compa?eras, pancartas en las que se le¨ªa Derecho a trabajar, Legalizaci¨®n y derecho a la seguridad social y, a la altura de la facultad de Farmacia, intent¨® cortar el tr¨¢fico, junto con el resto de las manifestantes, lo que no consigui¨® por la intervenci¨®n de la polic¨ªa. Sin embargo, ante la invitaci¨®n a despejar la avenida de la Diagonal y los primeros empujones, las prostitutas respondieron con insultos y forcejeos, y sufrieron destrozos en su uniforme algunos agentes. Modesta fue detenida durante unas horas ante su indignaci¨®n y susto: "S¨®lo quer¨ªamos protestar por las medidas impulsadas por el concejal del distrito, que quiere impedir que trabajemos en Pedralbes. Queremos ser legales".Tras las manifestaciones, los controles policiales y las redadas, Bego?a y Lita dos treinta?eras con innato sentido del liderazgo, decidieron recuperar la vieja idea del sindicato de prostitutas, siguiendo el modelo franc¨¦s. Dos a?os antes, en 1983, cuando las redadas policiales eran pr¨¢ctica com¨²n, ellas dos, junto con Ana, acudieron al despacho del abogado Manuel Arnao para plantear las posibilidad de organizarse. El letrado inici¨® el redactado de unos estatutos que nunca llegaron a presentarse en el Gobierno Civil al cesar la persecuci¨®n policial y al producirse la muerte violenta de Ana. Ana muri¨® tras una pelea callejera con otra prostituta que le dio un certero zapatazo en la sien. La muchacha empez¨® a sentir dolores de cabeza y horas m¨¢s tarde fue trasladada al hospital donde fallecer¨ªa.

Prostitutas y travestidos

Igual que ocurriera entonces, las l¨ªderes del movimiento de prostitutas callejeras fueron al despacho del abogado Arnao, en la Diagonal. "Tengo ya redactado un primer borrador de los estatutos", explica el letrado, "y espero presentarlos en el Departamento de Justicia de la Generalitat, que tiene traspasadas las competencias de la legalizaci¨®n de asociaciones, en un par de semanas. En el caso de que no dieran luz verde a la asociaci¨®n, recurrir¨ªamos ante el tribunal contencioso administrativo y pensamos llegar, si es preciso, al Tribunal Constitucional".

Seg¨²n fuentes pr¨®ximas al organismo auton¨®mico, en la Generalitat parecen existir una cierta perplejidad sobre el futuro colectivo de las prostitutas y serias dudas sobre la decisi¨®n final que deber¨¢ tomar el Departamento de Justicia, a trav¨¦s de la direcci¨®n general de Entidades Jur¨ªdicas.

Un total de 47 prostitutas y travestidos -que tambi¨¦n pueden ser miembros de la asociaci¨®n de acuerdo con los estatutos -han firmado ya los poderes notariales y han abonado la cuota a favor del abogado para conseguir hacer realidad la Asociaci¨®n Ciudadana de Libre Actuaci¨®n Corporal, en la l¨ªnea de la Asociaci¨®n Parisina de Acci¨®n y Defensa de las Mujeres Prostitutas, que fue creada en 1980 y que reivindica sobre todo la equiparaci¨®n de prestaciones de la Seguridad Social respecto del resto de trabajadores. Los antecedentes de esta entidad se remontan a 1975, cuando Lyon se convirti¨® en una ciudad en lucha para las prostitutas, que llegaron a la ocupaci¨®n de templos religiosos. Hace pocas fechas, Cathy, una l¨ªder cuya fama se remonta a los incidentes de Lyon, se manifest¨® frente al El¨ªseo para evitar la expulsi¨®n de las profesionales de un conocido barrio parisino.

En diferentes pa¨ªses existen organizaciones de parecidas caracter¨ªsticas: en Estados Unidos, el Pony (Prostitutas de Nueva York) y el Coyote (Abandona tu vieja y cansada ¨¦tica); en Gran Breta?a, el Pussy (Prostitutas Unidas por una Integraci¨®n Social y Sexual); en Holanda, donde la prostituci¨®n es legal, existe la Fundaci¨®n Holandesa para los Intereses de las Prostitutas; en Per¨², el Sindicato de las Bocas Pintadas; y en Italia, el Movimiento de Valassina. La asociaci¨®n barcelonesa se intenta amparar en la ley de 24 de diciembre de 1964, ante la imposibilidad, por el momento, de crear un sindicato. Esta ley, "en la que cabe todo", seg¨²n los juristas, sirvi¨® durante el franquismo para legalizar asociaciones pretendidamente culturales y ciudadanas, que muchas veces eran embriones de colectivos de marcado signo ideol¨®gico.

Las prostitutas creen que esta asociaci¨®n les servir¨¢ de organismo interlocutor ante las instituciones pol¨ªticas y en el futuro puede ser el embri¨®n de un sindicato o un colegio profesional. La ley de Asociaciones establece que el acta fundacional debe presentarse con las firmas de los socios y los estatutos -por cuadriplicado- deben especificar sus fines. En este caso, el fin primero es "dignificar su profesi¨®n", que desean sea reconocida como profesi¨®n aut¨®noma, con derecho a las prestaciones de la Seguridad Social. De acuerdo con la ley, debe darse un domicilio y los nombres del presidente, vicepresidente y tesorero. En el cap¨ªtulo sobre las caracter¨ªsticas de los asociados, se se?ala que pueden serlo tanto hombres como mujeres. Lita, Bego?a, Manuela y Rosa ocupar¨¢n con toda probabilidad los cargos directivos de la entidad.

La prostitutas de la zona de Pedralbes que pretenden legalizar la Asociaci¨®n Ciudadana de Libre Actuaci¨®n Corporal son fundamentalmente "callejeras", aunque no descartan que se apunten a la misma masajistas o camareras de barra de club. Son mujeres de entre 20 y 40 a?os fundamentalmente, que cobran entre 2.000 y 5.000 pesetas por un servicio r¨¢pido en los jardines o en el coche. Algunas han abandonado las barras americanas o las casas de citas, porque "eres m¨¢s libre y cuando quieres irte a casa, te vas y en paz", la queja mayor es la "falta de higiene" que conllevan estas relaciones y "los problemas que nos crea la polic¨ªa, cuando no tiene nada mejor que hacer".

Una de las reivindicaciones del colectivo que tramita en la actualidad su asociaci¨®n es precisamente conseguir una zona ciudadana donde puedan ejercer libremente su trabajo y mantener sus contactos con los clientes sin verse sometidas a redadas y a controles de tr¨¢fico, pareciendo existir preferencias por las dos monta?as barcelonesas, Montju?c y Tibidabo.

Trabajadoras del sexo'

"Queremos ser legales, somos trabajadoras del sexo y la nuestra es una profesi¨®n como cualquier otra" reclama Bego?a. Sin embargo, desde el d¨ªa 3 de marzo de 1956, un decreto-ley aboli¨® la prostituci¨®n, conforme con la Convenci¨®n de Ginebra de 1949. S¨®lo en Barcelona fueron cerrados 98 prost¨ªbulos declarados como tales y 42 casas de citas. Sin embargo, la prostituci¨®n continu¨® como pr¨¢ctica habitual y algunos burdeles se convirtieron en meubl¨¦s, haciendo algunos hoteles buenos negocios. A partir de 1975 la tolerancia pol¨ªtica permiti¨® una oferta m¨¢s amplia de prostituci¨®n.

Barcelona es considerada en este momento como la ciudad con un mayor porcentaje de prostitutas de Espa?a. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud la califica como el punto negro del Mediterr¨¢neo, por lo que respecta a enfermedades ven¨¦reas. Las estad¨ªsticas se?alan que su n¨²mero var¨ªa entre las 30.000 y 40.000, que pueden mover cerca de 200 millones de pesetas diarias y 70.000 millones al a?o.