Madrid, Texas
Dear mammy:Desde este gran Madrid, Espa?a, que abandonaste cuando te casaste con daddy y os fuisteis a vivir, iron¨ªas del destino, a nuestro peque?o y provinciano Madrid, Texas, te escribo al fin. Llegu¨¦ bien (?qui¨¦n le dijo a daddy que aqu¨ª los aviones en vez de tomar tierra poco a poco se la tomaban toda de golpe?) y el hotel para americanos en el que estoy instalado es muy confortable. Gracias por haber convencido a daddy de que me enviase aqu¨ª al encuentro de mis ra¨ªces y de mi idioma materno, a la vez que a ampliar mis estudios de ingenier¨ªa astron¨¢utica y mis experiencias vitales. Me estaba quedando anquilosado en la rutina cotidiana de la Nasa en Houston, Texas. En cambio, aqu¨ª el curso biling¨¹e De madrid al cielo sobre Los or¨ªgenes pirot¨¦cnicos y m¨ªsticos de la astron¨¢utica me abre perspectivas antes insospechadas. No se limita a pura teor¨ªa, sino que vamos a dar clases pr¨¢cticas de lanzamiento de cohetes hand-directed en Roquetes de Mar, Alicante, y Cabo Caba?al, Valencia, as¨ª como de contemplative levitation en ?vila, ?vila. Como complemento tendremos un seminario en Torrej¨®n de Ardoz, donde conociste a daddy, con el t¨ªtulo Spain sentinel of Occident y ensayos generales de ?Tel¨¦fono rojo? Volamos hacia Mosc¨², y de S. Q. P. (S¨¢lvese Quien Pueda) despu¨¦s. No me puedo extender m¨¢s sobre la materia porque es top secret, y conviene que quemes esta carta, remitida por valija diplom¨¢tica, al igual que esas pesetas para que daddy las invierta en el rancho o en petrod¨®lares, que al daddy de un amigo m¨ªo espa?ol le parecen m¨¢s seguros que el envasado de pipas de girasol al vac¨ªo o la fabricaci¨®n de casta?uelas con repique cibern¨¦tico.
Esta ciudad, por lo dem¨¢s, es really marvellous, y comprendo por qu¨¦ aquel folleto tur¨ªstico dec¨ªa que era hoy la capital cultural de Europa. Dile a daddy de mi parte que ya no tiene que a?adir en seguida Texas cuando te presenta a alguien y t¨² dices que eres de Madrid. Puede hacer, como los de Par¨ªs, Texas y dejar pasar al menos unos segundos antes de agregar el Texas, para que el otro os envidie a los dos.
Desde que t¨² te fuiste, Madrid, Espa?a, ha crecido mucho, y para que te hagas una idea, ahora es una cosa intermedia entre Chicago y Chihuahua, pero sin negros ni mariachis por las calles, aunque s¨ª muchos chicanos (que aqu¨ª llaman andaluces y extreme?os porque viven en barrios extremos), desocupados y mendigos, que dan tipismo al ambiente.
Hay muchos cines, y dos de cada tres pel¨ªculas que ponen son americanas, incluidas las ¨²ltimas de Indiana Jones, Tibur¨®n, Superman, Star Wars, Karate Kid y Clint Eastwood, que tanto le gustan a daddy. En el teatro hacen La muerte de un viajante (aunque el viajante resulta algo bajito, calvo y con bigote), dos, premios Pulitzer y otras cinco obras traducidas del ingl¨¦s. En cuanto a arte, estuve en Arco 85 y era como en Manhattan, pero sin Woody, por lo que un pintor resentido, Carlos Saura, escribi¨® de esa exposici¨®n que era un "reflejo subdesarrollado de la pl¨¢stica internacional con connotaciones de colonizado". Tambi¨¦n hay un renacimiento literario y los periodistas y polic¨ªas escriben novelas negras, premiadas con los Pulitzer nacionales en Barcelona, que transcurren en la Fleming Coast, que es como Malib¨², pero en secano. Y se anuncia una nueva ola de novela norteamericana de los a?os sesenta. El pensamiento filos¨®fico y sociol¨®gico tambi¨¦n brilla, encabezado por ensayistas posmodernos premiados, como Emilio Romero y Ernesto Gim¨¦nez Caballero.
Pero es, sobre todo, viendo la televisi¨®n cuando uno se encuentra aqu¨ª como en casa. Entre anuncio y anuncio de productos, a menudo nuestros y que imitan el modo de vida americano, ponen series nuestras, como Fama, V, Mash, Mike Hammer, Jefes y The Yellow Rose, que trata de un rancho como el nuestro en Texas. En un solo week end que me qued¨¦ en el hotel, con melancholy, me vi seis pel¨ªculas nuestras (todas las que pusieron) y otros seis telefilmes nuestros, con lo que se me levant¨® el ¨¢ni-
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Madrid, Texas
mo. Gracias a la televisi¨®n y al cine de aqu¨ª todo el mundo conoce a nuestros h¨¦roes americanos, desde Buffalo Bill, Billy the Kid, Jesse James, Bonny and Clyde y el general Custer, hasta los Carrington, el sheriff Titus, Jota Erre y Ronald Reagan. Los j¨®venes llevan pantalones tejanos y botas tejanas, comen hamburguesas, beben Coca-Cola, fuman Winston, mascan chicle y sue?an con conducir un Ford, como en Madrid, Texas. La juventud baila como all¨ª y tienen gran ¨¦xito, adem¨¢s de Fama, Flashdance, Stayin' alive, Get crazy y ¨²ltimamente A chorus fine, as¨ª como el break dance. Por la tele pasan musicales americanos de Fred Astaire y Gene Kelly y montajes de comedias musicales de Hollywood.Madrid, adem¨¢s, se ha convertido en la segunda cuna del jazz y del rock duro, y hay m¨¢s de 300 conjuntos rocker, rockab¨ªlly, punk, punkabilly, funk, foIk, pop, mod, ska, heavy metal, tecno, newwave, skin, scooter, psico y nevpsico... Hasta el punto de que se ha propuesto la creaci¨®n de un rock conservatory. En todas las esquinas hay burgers: King, McDonald's, Wendy, Hollywood, donde te puedes comer ricas hamburguesas, como le gustaban a Marilyn.
Bueno, mammy, que aqu¨ª estoy como en casa y pensando prolongar m¨ª estancia, sin depender de los travellers checks de daddy, aceptando hacer algunos trabajos que me ha ofrecido un amigo de la embajada. Con mi preparaci¨®n y dominio del idioma ind¨ªgena podr¨ªa colaborar en el contratecnobandidaje exportador del Este, en los Spain nuclear contingental plans, el dise?o de rampas para los futuros Pershing 2, el perfeccionamiento de la red de escuchas telef¨®nicas o alguna otra chapusa, como le llaman aqu¨ª.
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