Nadie como Jack Nicklaus

Los cuatro ya forman parte de la historia del golf, pero para el Masters y para Augusta s¨®lo existe un nombre: Jack Nicklaus. Los otros, Arnold Palmer, Lee Trevi?o y Gary Player siempre ser¨¢n los segundos. Nicklaus es venerado en Augusta mucho m¨¢s que en St. Andrews (Escocia), donde el pasado a?o le concedieron el t¨ªtulo de doctor honoris causa. Nicklaus tiene el r¨¦cord de cinco victorias y es el n¨²mero uno en ganancias en el Masters, con 309.253 d¨®lares (m¨¢s de 54 millones de pesetas). Ha ocupado en cuatro ocasiones el segundo puesto y se ha clasificado entre los 10 primeros en 17 ocasiones. Justamente, ahora cuando se disputa la 49 edici¨®n del Masters, se cumplen 10 a?os de la ¨²ltima victoria del oso dorado, en Augusta. Por esta raz¨®n, Nicklaus es un favorito sentimental y un rival de categor¨ªa para las nuevas generaciones que encabezan Tom Watson y Severiano Ballesteros. Augusta adora tanto a Nicklaus hasta el punto de que el hotel m¨¢s importante de esta ciudad norteamericana ofrece a sus clientes de m¨¢xima categor¨ªa una suite con el nombre de Jack Nicklaus que tiene todos los lujos inimaginables.Pelo mucho tuvo que sufrir Nicklaus para ganarse el apoyo y la reverencia de los que hoy son sus fans. Fue en 1963, cuando apenas ten¨ªa 23 a?os, el primer a?o de consagraci¨®n de Nicklaus en Augusta. De contextura obesa, aquel chico rubio, m¨¢s bien alpino, iba a interponerse en la racha triunfal de Arnold Palmer, que llevaba ganados ya tres Masters (1958, 1960 y 1962). Palmer era entonces el rey del golf norteamericano y mucho m¨¢s guapo que el oso dorado. Por estas razones, a los estadounidenses en general la victoria de Nicklaus les sent¨® fatal. Es incomprensible pero cierto que en este deporte se prefiere a los ¨ªdolos que a los que est¨¢n en condici¨®n de serlo.

Nicklaus se gan¨® el respeto cuando en 1965 volvi¨® a ganar y Palmer tuvo que entregarle la chaqueta verde como vencedor que era del a?o anterior. Aqu¨ª se acab¨® Palmer. Al a?o siguiente Nicklaus repiti¨® triunfo y desde entonces ostenta el r¨¦cord de ser el ¨²nico vencedor que ha ganado el Masters en dos a?os consecutivos. Aqu¨ª naci¨® el nuevo rey.

Un rey que supera en bastantes, en muchos a?os, a la gran mayor¨ªa de participantes, pero que ha dejado atr¨¢s su obesidad y se mantiene con opci¨®n a la victoria final.