"Molowny ender¨¦zalos"

"Molowny, ender¨¦zalos". "San Jos¨¦, qu¨¦ miras, si t¨² tambi¨¦n eres de la camarilla". "Golfos, sinverg¨¹enzas, si vivieran Bernab¨¦u y Franco os ibais a enterar". "Lozano, vete a Coria, que nos has costado 200 millones". "Hab¨¦is acabado con ese muchacho en el banquillo".El muchacho, cabe suponer, era Amancio Amaro, y los entrecomillados, algunas de las frases pronunciadas ayer por aficionados que acudieron a la Ciudad Deportiva del Real Madrid.

Jorge Valdano lo vio as¨ª: "A la afici¨®n no se le puede culpar de nada, si acaso de su ingenuidad para dejarse manipular con enorme facilidad por quien pretende desviar la realidad de las causas y efectos de una situaci¨®n que, por el momento, no voy a analizar en p¨²blico. Ya habr¨¢ tiempo".

"Molowny, ender¨¦zalos". Hace unas fechas, esta curiosa afici¨®n del Madrid gritaba contra el banquillo ocupado por Amancio, y en las ¨²ltimas temporadas, contra el nuevo h¨¦roe que debe enderezar a la plantilla, Luis Molowny, el encargado de los fichajes del club. O, al menos, esa es era la funci¨®n oficial que desempe?aba. A Luis Molowny se le ha definido como "excelente entrenador y psic¨®logo y uno m¨¢s de los culpables de la negativa pol¨ªtica de fichajes".

Como t¨¦cnico compareci¨® ayer por cuarta vez con su habitual tacto, corto y diplom¨¢tico: "Yo no vengo con ning¨²n l¨¢tigo. No entro en las opiniones de los jugadores sobre el relevo de Amancio, s¨®lo digo que se puede salvar la situaci¨®n, que hay un trabajo ya realizado y pido comprensi¨®n y uni¨®n entre todos".

Si Molowny consigue levantar a un equipo hundido y roto dentro y fuera del c¨¦sped, superar la eliminatoria del Inter, ganar la UEFA e incluso la Copa de la Liga, casi nadie se acordar¨¢ ya, entre otros, de los 200 millones que cost¨® Lozano, de los 130 de Cunningham, de los 37,5 de Carcel¨¦n, de los 20 de Portugal, de los 30 de Navajas, de los 50 de Ito, de los 20 de Acosta, de los 65 de Metgod, de los 55 de Julio, de los 50 de Juan Jos¨¦, de los 50 de Bonet, o de los Husillos, Hoyos y Alfonso.

Y con el visto bueno de Luis Molowny.