Un contradictorio coherente

Pere Gimferrer, el nuevo y m¨¢s joven de los acad¨¦micos, es una personalidad tan contradictoria como coherente: fue el m¨¢s rompedor de los nov¨ªsimos y, sin embargo, el m¨¢s enraizado en la tradici¨®n literaria; fascinado por el superrealismo, pero capaz de escribir prosas neomodernistas; amigo de los grandes maestros y, sin embargo, perfectamente situado en su tiempo. Incluso en su vida privada: recluido y nada estent¨®reo, pero siempre presente en la escena p¨²blica literaria y rico en amigos y en conversaci¨®n. O en su actitud c¨ªvica: di¨¢fana relaci¨®n con su lengua, el catal¨¢n, pero extraordinaria capacidad de tender puentes culturales y ling¨¹¨ªsticos peninsulares. Joven y viejo. Formal e informal. Cl¨¢sico y vanguardista. Sabio erudito y observador agudo del presente. Apasionado y esc¨¦ptico.

Algo cantado

La entrada de Pere Gimferrer en la Academia no pod¨ªa ser de otra manera: parece algo cantado, algo que deb¨ªa suceder alg¨²n d¨ªa porque estaba escrito en alguna parte. Pere Gimferrer era ya acad¨¦mico in potentia hace muchos a?os.Ahora que la ilustre casa quiere renovarse y agilizar sus trabajos, contar con ¨¦l es tambi¨¦n una buena forma de rejuvenecimiento y de adaptaci¨®n a la pluralidad cultural de este pa¨ªs, tan necesitado de una coherencia bien contradictoria, bien ¨¢gil, bien alejada de posiciones ideol¨®gicas -culturales, literarias y ling¨¹¨ªsticas tambi¨¦n, claro- can¨®nicas y r¨ªgidas. M¨¢s dial¨¦ctica. En ello, Gimferrer, premio nacional de poes¨ªa en castellano y escritor m¨¢s que consagrado en catal¨¢n, puede ser una personalidad emblem¨¢tica.

Con ¨¦l, ser¨¢n dos los catalanes sentados en los sillones de la augusta casa. Una presencia realmente escasa, aunque nutrida en sabidur¨ªa y criterio. Mart¨ª de Riquer y Pere Gimferrer son desde ayer los ¨²nicos representantes de una lengua y de una cultura que cuentan con mayor peso que el de estos dos esca?os, a pesar de que son varios los acad¨¦micos no catalanes que poseen conocimientos profundos de la lengua.

Pero a no dudar oportunidad habr¨¢ de que la Real Academia Espa?ola siga en su camino de renovaci¨®n y de adaptaci¨®n a las necesidades de este pa¨ªs plural y diverso.