Pello, el ciclista total
Para hablar de Pello Ruiz Cabestany, ganador de la Vuelta al Pa¨ªs Vasco y aspirante al triunfo en la Vuelta a Espa?a, que comienza el martes, hay que apretar las letras. Este joven de 23 a?os, alto, con aspecto de gal¨¢n y seductora sonrisa, nacido en San Sebasti¨¢n bajo el signo de Piscis, el 16 de marzo de 1962, de 1,82 metros de estatura y 72 kilos de peso, es catal¨¢n por todas sus partes menos por una, que le une inequ¨ªvocamente a Euskadi. Antes de ser ciclista era atleta de cross y nadador y, a¨²n hoy, campe¨®n de Guip¨²zcoa de esqu¨ª. Lee como un descosido, pero poco de deporte. Inicia las broncas en catal¨¢n, sabe animar en vasco, discutir en franc¨¦s y defenderse en ingl¨¦s. Pello, Pedro Claver, es un caso.
Fue la ronda vasca mejor de todos los tiempos pata celebrar la edici¨®n n¨²mero 25 de una carrera que naci¨® en 1924. En su palmar¨¦s figuran ases de la talla de Bartali, Anquetil, Oca?a o Kelly El irland¨¦s, apabullante ganador de 1984; Lemond, Lejarreta, Criquelion, el alica¨ªdo Hinault y lo mejor del sobresaliente pelot¨®n espa?ol cayeron bajo la irresistible audacia de un muchacho que acababa de dejar su condici¨®n de neoprofesional para saltar de inmediato a la de promesa firme mente contrastada: Pello Ruiz Cabestany."No te lo vas a creer si te digo que apenas hab¨ªa tocado la bicicleta hasta los 18 a?os [ahora tiene 23]. Entre otras cosas, por que mis padres no me dejaban, no les hac¨ªa ninguna gracia. As¨ª que a escondidas me compr¨¦ una bici de carreras. Recuerdo que una vez, con mi amigo Ollokiegi, nos fuimos a la zona del alto de Andazarrate. All¨ª nos encontramos al entonces campe¨®n juvenil Usabiaga y un grupo de compa?eros de entrenamiento. Yo ten¨ªa el aspecto de un aut¨¦ntico globero y no sab¨ªa ni cambiar, adem¨¢s de tener un estilo horrible. Cuando hab¨ªamos dejado a todos atr¨¢s, Usabiaga tuvo que esprintar para no sentir su orgullo herido en la cima. Luego, se resist¨ªa a creer que era un novato". Pero de cr¨ªo ya hab¨ªa admirado a Txomin Perurena, ahora su director, y a Miguel Mari Lasa.
Campe¨®n de esqu¨ª
"Antes que eso hab¨ªa hecho esqu¨ª de fondo. Es curioso, pero, en realidad, lo de la bici lo comenc¨¦ a practicar porqu¨¦ era bueno para el esqu¨ª de fondo, de la misma forma que ahora ocurre en sentido contrario. Durante cuatro a?os seguidos fui campe¨®n de Euskadi y hasta llegu¨¦ a lograr un cuarto puesto en el campeonato de Espa?a infantil".Hoy todav¨ªa es campe¨®n de Guip¨²zcoa, "pero ya advert¨ª que el t¨ªtulo 19 gan¨¦ en ausencia de mi amigo Angel Ortiz, que es mejor que yo. Y, como prueba, baste recordar que me gan¨® f¨¢cilmente en esa prueba, creo que irrepetible, de esqu¨ª de fondo que se celebr¨® en el paseo de la Concha de San Sebasti¨¢n durante las nevadas de enero".
No deja de chocar cuando dice que dej¨® la nataci¨®n "porque aquello s¨ª que era duro. Yo hab¨ªa aprendido a nadar en la balsa que Paco Yoldi, uno de los pioneros de la nataci¨®n guipuzcoana, ten¨ªa en la playa de Ondarreta. Pero la pr¨¢ctica diaria era una esclavitud. Y no me permit¨ªa hacer nada m¨¢s, ni, por supuesto, ir al monte, que es lo que m¨¢s me gusta.
Un d¨ªa Yoldi se puso duro y me dijo que ten¨ªa que elegir entre la nataci¨®n o todo lo dem¨¢s. Le contest¨¦ que me dejara pensarlo y que si no volv¨ªa lo interpretara como una renuncia. Y no volv¨ª. Era dif¨ªcil de aguantar tener que entrenarse m¨¢s all¨¢ de octubre al aire libre". "Y en cross, bueno, como en todo, era buenillo, no una figura, pero s¨ª para andar entre los primeros de la provincia". Pero volvamos a las dos ruedas. Ollokiegi fue quien, tras sentirse impresionado por el duelo Usabiaga-Pello en Andazarrate, le convenci¨® para que fichara por el Club Ciclista Donostiarra. Y en el vel¨®dromo de Anoeta se fue puliendo la figura en ciernes. En 1980, y para abrir boca, se proclam¨® ya campe¨®n de Espa?a de persecuci¨®n individual y ol¨ªmpica, am¨¦n de ser seleccionado para los mundiales de ruta y pista.
Como aficionado, tuvo la osad¨ªa de ganarlo todo, incluidas las Seis Horas de Euskadi y los Seis D¨ªas de Madrid, cuando apenas ten¨ªa 20 a?os.
En 1984, ya como neoprofesional, en el Orbea, conquist¨® el maillot verde de la Vuelta a la Comunidad Valenciana y dicen que por levantar los brazos como triunfador de una etapa perdi¨® los dos segundos que le faltaron para la victoria absoluta. En la Vuelta al Pa¨ªs Vasco fue octavo, lo mismo que en el mundial de pista, y en la Vuelta a Espa?a Moser le arrebat¨®, previamente lanzado por un corredor belga, el triunfo de la etapa que finalizaba en Santander.
Y ahora, la Vuelta por antonomasia. "Ya te he dicho que me gusta so?ar y sue?o con ganarla. Aunque, para m¨ª, el favorito n¨²mero uno es mi compa?ero y jefe de filas del Orbea, Pedro Delgado, que est¨¢ muy bien, como lo acaba de demostrar en Euskadi, y que tiene grandes aspiraciones tanto para la Vuelta como para el Tour, al que tambi¨¦n esperamos ir todo el equipo. Pero, aunque ¨¦l sea el l¨ªder del conjunto, siempre hay que tener algo alternativo por si falla. Y, si me encuentro fuerte, y espero estar en ¨®ptima condici¨®n, no renunciar¨¦ a nada. ?Vete a saber! A lo mejor organizo un mot¨ªn", dice Pello entre risas.
"Yo creo que la carrera es mejor de lo que se cree. Aparte de que somos 170 ciclistas, ah¨ª est¨¢n, adem¨¢s de Delgado, Kelly, Millard, Pascal Sim¨®n, sin olvidar a Caritoux, ni tampoco esa inc¨®gnita que, suponen sovi¨¦ticos, colombianos y norteamericanos, que pueden romper lo que ser¨ªa el desarrollo l¨®gico de la carrera. A m¨ª lo que m¨¢s me preocupa es la alta monta?a, donde el a?o pasado perd¨ª m¨¢s minutos. Pero, como pienso estar en ese momento ¨®ptimo de forma y cuando se est¨¢ fuerte no hay dificultades insalvables, no renuncio a nada, como ya he dicho. De Kelly, aunque es uno de los favoritos, espero que venga s¨®lo a por las etapas, porque, si viene a por todas, nos har¨¢ sufrir mucho".
Siete hermanos catalanes
Hace 30 a?os, Emilio Ruiz y Lidia Cabestany llegaron al barrio del Antiguo, de San Sebasti¨¢n, que no es la tradicional parte vieja, sino el barrio que se asienta junto al palacio de Miramar y la playa de Ondarreta. Emilio, el padre de Pello, fue a trabajar como ingeniero industrial a un laboratorio farmac¨¦utico.Barcelon¨¦s ¨¦l, tarraconense ella, hicieron profesi¨®n de catalanidad pr¨¢cticamente en todos los bautizos de sus siete hijos, llama dos, significativamente, Oriol Jordi, Montserrat, Montzo, Pedro Claver, luego vasquizado a Pello; Bernat y Nuria. Pero tan s¨®lo los padres han mantenido el idioma entre ellos, y los hijos lo entienden, aunque no lo hablan, "A veces", subraya Pello, "si se enfadan, el primer pronto de la bronca suele ser en catal¨¢n".
Una familia de clase media, relativamente acomodada -"aunque nada de ni?os bien, que yo muchas veces he ido en el autob¨²s con el dinero justo para el billete en el bolsillo y tuve que trabajar para comprarme la primera bici"-, ha dado al mundo un singular ciclista con casta de vencedor nato y con el privilegio de correr por placer, que no comparte la descarnada declaraci¨®n del modesto corredor del Hueso Juan Tom¨¢s Mart¨ªnez: "Esto es duro, pero m¨¢s era el andamio".
Para ¨¦l no es sacrificio ni prescindir de fumar ni de beber ni de ir a discotecas. Nunca le han atra¨ªdo, aunque desde luego no da el aspecto de un prusiano o un puritano.
"Kelly, un ni?o grande"
"El mayor sacrificio es dejar de estudiar y no poder dar continuidad a las cosas que comienzas. El ciclismo no te lo permite. Yo hice COU, por supuesto, y seguir¨¦ estudiando despu¨¦s. Me gustan los idiomas. Fui a la escuela francesa y por ello hablo normalmente esa lengua. Y con 15 y 16 a?os estuve en Inglaterra, primero cerca de Bristol, enfrente de Gales, y despu¨¦s en Brighton, y me defend¨ªa bien en ingl¨¦s. A lo mejor, este invierno le sugiero a Kelly irme con ¨¦l a Irlanda para entrenarme con ¨¦l y practicar ingl¨¦s. Adem¨¢s, es un t¨ªo que me cae bien. Me gusta que sea tan elemental, tan primario, un poco infantil, como un ni?o grande. ?Euskera? Entiendo poco y lo estudio".?Y el futuro? "?Y yo qu¨¦ s¨¦! Me gusta vivir el presente. Vivir al d¨ªa. Creo que soy un vividor en el buen sentido de la palabra. Amo viajar. Y me gustar¨ªa hacer una expedici¨®n al Everest. ?Pero eso s¨ª que tiene que ser duro!
"?Qu¨¦ me gustar¨ªa ser?". Traga saliva, se lo piensa, sonr¨ªe y al final r¨ªe mientras suelta: "Actor de cine..., pero soy muy t¨ªmido. En realidad, casi preferir¨ªa terminar yo s¨®lo en el monte, con un par de vacas y cabras".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.