La visita real acapara la atenci¨®n de la Prensa argentina
ENVIADO ESPECIALEl viaje de los Reyes a Argentina ha desplazado de las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos de Buenos Aires durante cinco d¨ªas la preocupaci¨®n sobre las dificultades pol¨ªticas y econ¨®micas del pa¨ªs. A punto de que comiencen los procesos contra los militares que usurparon el poder civil durante siete a?os, los diarios hacen escasas referencias a este asunto, primando la informaci¨®n sobre esta visita real, que ha sido la novena que don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa hacen a Iberoam¨¦rica, subcontinente del que han visitado 14 pa¨ªses.
A la hora de valorar los contenidos de los discursos del Rey, los peri¨®dicos han subrayado, sucesivamente, los apoyos del Monarca a la democracia argentina, a la posici¨®n de Buenos Aires en el contencioso de las islas Malvinas y al problema creado en este pa¨ªs por el volumen de su deuda externa.
Curiosamente, no se ha recordado casi el anterior viaje oficial a Argentina, en 1978, durante la dictadura militar, excepto en sus aspectos m¨¢s anecd¨®ticos: diarios y revistas han recordado, una y otra vez, el robo de una capa de la Reina, producido en aquella ocasi¨®n. De una manera autom¨¢tica -y lo mismo sucede en el pa¨ªs vecino, Uruguay- la opini¨®n p¨²blica argentina ha identificado al Monarca espa?ol con las libertades recuperadas de su pa¨ªs.
El protagonista de la an¨¦cdota m¨¢s divertida del viaje ha sido, no obstante, el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, quien el martes descubri¨® que al menos dos de los diplom¨¢ticos de las Embajada espa?ola escuchan a diario casetes con chistes de Mor¨¢n.
El ministro, que cont¨® la an¨¦cdota ¨¦l mismo, hizo este descubrimiento casualmente y no dio muestras del menor enfado.
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