Ignacio Aguirre
El consejero t¨¦cnico de la Organizaci¨®n Mundial de Turismo, ex portavoz de UCD, vive dividido entre la vocaci¨®n pol¨ªtica y la pasi¨®n taurina
Probablemente la ¨²nica larga cambiada con una gabardina que se haya visto en el vest¨ªbulo del sevillano hotel Inglaterra la haya dado Ignacio Aguirre, que era entonces secretario de Estado para el Turismo. La dio para reafirmar la identidad de aficiones ante unos amigos con quienes se hab¨ªa citado para ir a la corrida de feria. No es que Ignacio Aguirre vaya dando, largas cambiadas por la vida, concretas o abstractas; que es hombre serio y ese aspecto tiene. Pero su afici¨®n le desborda y hasta le enorgullece. En una disecci¨®n de sus actividades m¨¢s queridas, los toros ser¨¢n su pasi¨®n, y la pol¨ªtica, su vocaci¨®n. O acaso sea al rev¨¦s.
A Ignacio Aguirre se le ve all¨¢ donde haya corrida buena, pero no es s¨®lo espectador. En los tiempos de UCD intent¨® poner, orden en el mundo del espect¨¢culo y lleg¨® a crear una comisi¨®n formada por representantes de taurinos y de la Administraci¨®n, una de cuyas tareas ser¨ªa la reforma del reglamento. No hubo tal reforma, pues, parad¨®jicamente, el primero que no estaba convencido de: su necesidad era el propio Aguirre. Dec¨ªa: "El mejor reglamento es el que no existe"."Creo en las libertades", manifiesta Ignacio Aguirre, "no s¨®lo en la pol¨ªtica, en la econom¨ªa o en la expresi¨®n, sino como fundamento de la convivencia y del respeto humano". Y a?ade: "Ahora bien, muchos partidos que enarbolan la bandera de la libertad en sus programas no la aplican con sus acciones concretas. Por ejemplo, los socialistas que nos gobiernan propenden al sectarismo y al despotismo, lo cual est¨¢ totalmente re?ido con el concepto de libertad".
Le entusiasma ir a los tentaderos y ligarles naturales a las becerras, y lo hace con frecuencia, porque este pol¨ªtico, diplom¨¢tico de carrera, tiene valor potra ponerse delante de la fiera lo mismo que para dar una larga cambiada con la gabardina. En sentido figurado, a veces la larga cambiada se la da a ¨¦l la vida. Ignacio Aguirre tiene la impresi¨®n de que el vicepresidente del Gobierno le dio una, al bloquear su candidatura para la Secretar¨ªa General de la Organizaci¨®n Mundial del Turismo.
Dice que no est¨¢ disgustado por ello; m¨¢s bien entristecido, pues era la primera vez que Espa?a pod¨ªa aspirar a aquel puesto. Aguirre fue secretario general para el Turismo durante siete a?os. "El turismo, asegura, es uno de los fen¨®menos m¨¢s importantes del ¨²ltimo tercio del siglo XX. Trescientos millones de ciudadanos del mundo cruzan cada a?o sus fronteras para visitar otros pa¨ªses. A Espa?a ven¨ªan 30 millones de turistas cuando fui nombrado secretario de Estado, y siete a?os m¨¢s tarde ya ven¨ªan 40".
Luego, Ignacio Aguirre fue portavoz del Gobierno de UCD. No fue un portavoz prepotente y descalificante, sino coloquial y moderador. Cuando el poder daba sensaci¨®n de gallinero, sal¨ªa en televisi¨®n para informar sobre el Consejo de Ministros y daba una sensaci¨®n de calma, con efectos sedantes para algunos sectores del pa¨ªs. Ten¨ªa experiencia en el campo de la informaci¨®n, pues hab¨ªa sido agregado de prensa en Rabat, Gab¨®n y la ONU.
Entr¨® en la pol¨ªtica despu¨¦s de la muerte de Franco. Fue fundador de FEDISA, del Partido Popular y de UCD. En la actualidad es consejero t¨¦cnico de la Organizaci¨®n Mundial del Turismo y no milita en partido alguno. De 52 a?os, casado y con dos hijos, se siente madrile?o por los cuatro costados. Tiene muchos amigos, y le van a dar un homenaje el lunes, para desagraviarle de la larga cambiada. Lo han convocado personalidades de la pol¨ªtica, del turismo, de la informaci¨®n y del mundo de los toros.
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