Rect¨¢ngulo
En su villa romana del Quirinal, una tarde de diciembre del a?o 84, el renombrado poeta de Calatayud y antiguo amanuense Marco Valerio Marcial acarici¨® por vez primera una desagradable sorpresa libresca. Era un peque?o rect¨¢ngulo que al abrirse mostraba a derecha e izquierda dos pergaminos sim¨¦tricos escritos por ambas caras. Tard¨¦ varias horas Marcial en encontrar el truco del nuevo formato de libro, que llamaban c¨®dice y reproduc¨ªa las Ge¨®rgicas de Virgilio. Al final de cada una de aquellas peque?as l¨¢minas de membrana de buey no s¨®lo se interrump¨ªa con brusquedad el texto de Virgilio, sino que para poder avanzar en la lectura era necesario un extra?o ejercicio manual que consist¨ªa en volver las m¨²ltiples hojas de aquel objeto cuyo nombre, codex, precisamente significaba lo contrario: ¨¢rbol sin hojas.Al d¨ªa siguiente Marcial difundi¨® la alarma por los foros de Roma, donde trabajaban los bibliopolos, sus antiguos colegas en el oficio de transcribir rollos de papiro. La nueva tecnolog¨ªa del c¨®dice era una grave ofensa contra la lectura y la escritura. Nunca aquel ca¨®tico manojo de rect¨¢ngulos sustituir¨ªa al rollo. Y sentenci¨®: el fin de la cultura ocurrir¨¢ si la tosca membrana de buey acaba con el suave tallo de papiro.
Aquel rect¨¢ngulo silencioso que perturb¨® a Marcial anda estos d¨ªas de lluvias expuesto en ferias y mercados callejeros. Ahora mismo, 1.901 a?os despu¨¦s del nacimiento de la ingeniosa geometr¨ªa de mam¨ªfero que acab¨® con el rollo vegetal, advierten los libreros y editores que otras tecnolog¨ªas b¨¢rbaras est¨¢n a punto de enterrar la cultura. Es el viejo rumor y es la necia analog¨ªa. La cultura es bastante m¨¢s que un objeto de papel, y por experiencia de siglos sabemos que el libro que da y los formatos pasan. Yo no s¨¦ si el cristal l¨ªquido desplazar¨¢ al papel y el disco al rect¨¢ngulo, pero el libro tuvo mil rostros y los seguir¨¢ teniendo. Para los chinos el libro era un pa?uelo de seda. En la India ten¨ªan entre sus manos una hoja de palmera seca tratada con aceite, y los sumerios, tabletas de arcilla. Los egipcios manipulaban cartuchos de papiro, los griegos y los romanos giraban rollos y los estudiantes norteamericanos teclean pastillas de silicio.
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