El impasible

Con mirada azul y reposada tez transparente, traje de lino color crema, las manos recogidas atr¨¢s, Graham Greene observaba tranquilo el rodaje de uno de los pianos de la pel¨ªcula Monse?or Quijote, una y otra vez repetido hasta que el director Rodney Bennett gritaba el OK correspondiente.En la calle de San Antonio de El Toboso, blancas calles de cal estos d¨ªas en trance de arreglo de pavimentos, los vecinos estiraban los ojos para alcanzar a ver la c¨¢mara y c¨®mo suced¨ªa el travelin hacia atr¨¢s. Preguntaban qui¨¦n era ese extranjero impasible aparcado en la acera. El autor de El tercer hombre y de otros libros llevados con ¨¦xito al cine ha pasado por La Mancha fugazmente. Y sin conceder entrevistas. Los dos d¨ªas que ha estado entre Alc¨¢zar de San Juan y El Toboso ha sorteado con habilidad a los periodistas que se acercaban al lugar. Acompa?ado en todo momento por un sacerdote espa?ol, el padre Dur¨¢n, que con una palmadita en la cara justificaba el cansancio de este escritor de 80 a?os, autor de m¨¢s de 30 novelas, libros de viajes y ensayos.

El padre Dur¨¢n ha sido tambi¨¦n el consejero religioso de la pel¨ªcula. En el filme, los curas -es sabida la especial importancia que tiene la confesi¨®n cat¨®lica en Graham Greene- ocupan un preponderante papel. No en vano el protagonista de la novela en la cual se basa es un religioso.

De la mano del sacerdote Dur¨¢n, Graham Greene hizo turismo en tierras cervantinas. ?l ha vuelto ahora simplemente como aficionado a los viajes