La duplicaci¨®n del salario m¨ªnimo en Brasil no frena las huelgas
La duplicaci¨®n del salario m¨ªnimo, anunciada en la v¨ªspera de la fiesta del trabajo brasile?a -primera en libertad despu¨¦s de 21 a?os de gobiernos militares-, no ha servido de momento para detener la ola de huelgas registrada en las ¨²ltimas semanas. Medios del Gobierno, que prepara un pacto social y el refuerzo de los acuerdos pol¨ªticos que llevaron al poder a la Alianza Democr¨¢tica mediante elecciones indirectas, calificaron tales conflictos de una amenaza para las intenciones del Ejecutivo.A las 47 huelgas de las ¨²ltimas semanas, que afectan a los principates estados -s¨®lo en Sao Paulo participan unos 100.000 trabajadores-, se acaban de unir 6.000 pilotos y -el personal civil de los servicios de aeron¨¢utica, que exigen tambi¨¦n mejoras salariales. Pero la federaci¨®n de industrias de Sao Paulo ha dicho que no aceptar¨¢ negociar subidas trimestrales.
Como el anuncio de una pr¨®xima reforma agraria para terminar con conflictos de propiedad que causaron el pasado a?o m¨¢s de un centenar de muertos, el nuevo salario m¨ªnimo pretende mejorar el clima para conseguir el pacto social y el pol¨ªtico. La medida beneficia a 21 de los 50 millones de trabajadores del pa¨ªs, cuyos ingresos mensuales pasar¨¢n de 166,5 a 333,12 cruceiros. El salario precedente, en vigor desde noviembre ¨²ltimo, era el m¨¢s bajo desde 1951 en t¨¦rminios reales.
La inflaci¨®n anual es en Brasil del 230%, aunque parece haber sido recudida casi un 6% en abril. Con este problema, el flamante gobierno brasile?o afronta la existencia de 17 millones de desempleados, un tercio de los activos.
El ministro de Trabajo, Almir Pazzianotto, justific¨® los movimientos reivindicativos por la acumulaci¨®n de p roblemas durante los a?os de reg¨ªmenes autoritarios. Otras fuentes gubernamentales se?alaron que no se les permitir¨¢ desbordar los aspectos salariales y sindicales. Algunos sindicatos urgen las elecciones directas.
En este contexto, la crisis econ¨®mica se ha convertido en el principal obst¨¢culo contra la dem¨®cracia, y el Gobierno intenta superar las divergencias internas de cara al pacto social entre trabajadores, empresarios y Gobierno.
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