Una pol¨¦mica ajena a la ciencia
Los creyentes en la existencia de visitantes procedentes de otros planetas han intentado reiteradamente, sin conseguirlo, que la ciencia respalde sus creencias y aficiones. Aunque los avistamientos de naves extraterrestres s¨®lo constituyen una peque?a parte de lo que se conoce como ufolog¨ªa, es lo m¨¢s espectacular de toda esta disciplina o seudo ciencia.Los avistamientos no pueden ser tomados en serio por los cient¨ªficos por la sencilla raz¨®n de que no cumplen ninguna de las condiciones necesarias para que un fen¨®meno sea considera do cient¨ªfico, y por tanto real No son comprobables ni pueden explicarse cient¨ªficamente, no se pueden reproducir en id¨¦nticas condiciones y no se dispone de evidencia emp¨ªrica sobre su existencia.
Esto no quiere decir que e tema no haya interesado, desde hace varias d¨¦cadas, a buen n¨²mero de personas de formaci¨®n t¨¦cnica y cient¨ªfica, especialmente a ra¨ªz del establecimiento por Einstein de la teor¨ªa de la relatividad.Conocidos astr¨®nomos y bi¨®logos admiten la existencia de vida extraterrestre como una hip¨®tesis plausible sobre la que no se dispone, sin embargo, de prueba alguna, pero no admiten la posibilidad de visitas procedentes de fuera de la Tierra.
Los defensores de la veracidad de los testimonios sobre avistamientos de naves extraterrestres echan a veces mano de argumentos cient¨ªficos muy complejos para explicar la posibilidad de que lleguen hasta la Tierra visitantes procedentes de lejan¨ªsimos cuerpos espaciales. El argumento m¨¢s popular se basa en la curvatura espacio tiempo postulada por Einstein en su teor¨ªa inacabada del campo unificado, una teor¨ªa tan compleja que es de suponer que muy pocos de los que la invocan lleguen a entenderla.
Quiz¨¢ el aspecto m¨¢s cient¨ªfico de la ufolog¨ªa lo constituya la aplicaci¨®n de m¨¦todos cient¨ªficos -estad¨ªsticos, etc¨¦tera- a los supuestos fen¨®menos observados, lo que no implica ni la existencia ni la veracidad de estos fen¨®menos. Muchos aficionados y estudiosos del tema afirman no poner la mano en el fuego en defensa de su origen extraterrestre y creen que a un alt¨ªsimo porcentaje se le puede encontrar una explicaci¨®n racional, aunque subsistan misterios inexplicables. Teniendo en cuenta esta situaci¨®n, la pol¨¦mica es de esperar que contin¨²e indefinidamente.
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