Un peligroso contrincante para el canciller de Bonn
J. C. El resultado de las elecciones en Renania-Westfalia debilita la posici¨®n del canciller de la RFA, el democristiano Helmut Kohl; perfila al triunfador Johannes Rau como futuro aspirante socialdem¨®crata a la canciller¨ªa de Bonn; consolida a los liberales como tercera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs, y parece anunciar la agon¨ªa de los Verdes.
Kohl anunci¨® ayer que no habr¨¢ crisis de Gobierno, salvo la prevista vacante que dejar¨¢ el pol¨¦mico secretario general democristiano, Heiner Geissler, para concentrarse en la preparaci¨®n de las elecciones federales de febrero de 1987. Al canciller de la RFA le quedan recursos suficientes para, de cara a 1987, sacar de la chistera una serie de medidas econ¨®micas con gancho popular: reducci¨®n de impuestos y programa econ¨®mico de inversiones para reducir, aunque s¨®lo sea ¨®pticamente, el paro. Aunque Kohl est¨¢ convencido de que su programa es correcto, su propio partido y el de su hermano bavaro Franz Josef Strauss, la CSU, pueden ponerse nerviosos y llegar a la conclusi¨®n de que con el actual canciller peligra el ¨¦xito electoral de 1987. Kohl no puede permitirse m¨¢s fracasos del calibre del de Renania-Westfalia, si quiere evitar que, desde sus propias filas, se le grite que el rey est¨¢ desnudo".
El triunfador del domingo, el presidente de Gobierno de Renania-Westfalia, Johannes Rau, puede resultar un aspirante peligroso para la canciller¨ªa, mucho m¨¢s dif¨ªcil de derrotar que el triste Hans-Jochen Vogel. El actual jefe del grupo parlamentario socialdem¨®crata en el Bundestag y derrotado aspirante a canciller en marzo de 1983, tiene sin duda mucha m¨¢s sustancia pol¨ªtica que Rau. En tiempos en que m¨¢s vale "dar bien en televisi¨®n" y manejar un lenguaje populista, los Vogel tienen que dejar paso a los Rau, porque las campa?as las hacen los vendedores de cosm¨¦ticos y no los transmisores de programas pol¨ªticos.
Con el resultado del domingo parece haber sonado la hora final de los Verdes. El gran trabajo parlamentario realizado por el grupo ecopacifista en la primera mitad de la legislatura ha quedado paralizado por la fijaci¨®n maximalista en los criterios de la rotaci¨®n cada dos a?os. Esta norma se ha cargado de un solo golpe a toda una primera fila de pol¨ªticos de los Verdes. El desmadre provocado por pederastas y similares en las reuniones y asambleas del partido les quit¨® muchos votos de simpatizantes; adem¨¢s, los Verdes perdieron en Renania-Westfalia por la presencia de una lista de la paz, que se hizo con cerca de ese 0,5% que les falt¨® a los Verdes para entrar en el Parlamento de D¨¹sseldorf. La lista de la paz era una tapadera del Partido Comunista de Alemania, una sucursal de Berl¨ªn Este, que una vez m¨¢s ha prestado un flaco servicio a un movimiento progresista occidental.
Para los liberales, el 6% conseguido significa una consolidaci¨®n en la l¨ªnea de recuperaci¨®n, que ya hab¨ªa apuntado el partido en las elecciones del pasado 10 de marzo en Berl¨ªn y Sarre.
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