Olas
Un 60% de los norteamericanos adultos toma vitaminas, un 72 no fuma y m¨¢s de la mitad, entre ejercicios f¨ªsicos y tratamientos mentales procura prevenir el stress. Sin embargo, uno de cada tres estadounidenses padece c¨¢ncer. En algunos condados impera la ley seca y, en otros no despachan alcohol en d¨ªas festivos para colaborar a que la gente se presente sobria en las iglesias. Esto tiene que ver con la salud y la moral. Pero, asociado con la virtud y la salud, Estados Unidos cosechar¨¢ este a?o m¨¢s de 9.000 toneladas de marihuana, lo que representa en millones de d¨®lares la segunda cifra de producci¨®n agr¨ªcola despu¨¦s del ma¨ªz. En medicina, en diet¨¦tica, en informaci¨®n sobre los modos m¨¢s sofisticados de perder peso son los primeros del mundo. Contabilizan, no obstante, una mortalidad infantil superior a la espa?ola, y la bulimia, con m¨¢s de un 20%. de la poblaci¨®n obesa, se califica de epidemia.Yale, Stanford, Harvard, han sido estimados como centros del saber imperial. Veinte millones de norteamericanos no saben en cambio leer y hasta unos sesenta millones de adultos pueden considerarse analfabetos funcionales. Incapaces de leer sin dificultad un cuento a los nietos, leer con entera comprensi¨®n el peri¨®dico o interpretar apropiadamente el impreso que acompa?ar¨ªa a las vitaminas. La mayor¨ªa de las residencias universitarias son mixtas y, seg¨²n los Estados, la mixtura puede llegar hasta el mismo cuarto. Una mujer casada es en Estados Unidos, sin embargo, un cuerpo tan blindado y en muchas ocasiones de tan descuidado porte como ser¨ªa el de un ama de casa espa?ola en la posguerra. ?Una ola de neoconservadurismo norteamericano? Efectivamente, esto tiene un espeso look que huele a sudor del Far West, pero de ninguna manera es el efecto Reagan. Esta es una sociedad sin resumen. Un territorio contradictorio donde residen la tolerancia y la Inquisici¨®n puerta con puerta. Una inestable precipitaci¨®n de calidoscopio. Comprensible como una abuela rural e inquietante como un fosco punk de cresta rosa. El destino del mundo, pienso poco a poco, podr¨ªa decidirse seg¨²n progresara la perversa relaci¨®n entre estos dos amantes.
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