La reuni¨®n de Contadora s¨®lo consigue acuerdos formales entre los pa¨ªses centroamericanos

La actual ronda de negociaciones de Contadora, que deb¨ªa finalizar ayer en Panam¨¢, ha venido a demostrar que subsisten divergencias sustanciales en los temas de fondo (defensa y procesos de reconciliaci¨®n interna), aunque ha habido progresos en cuestiones formales (verificaci¨®n y control). En el segundo d¨ªa de conversaciones, los cinco pa¨ªses centroamericanos acordaron desarmar a las fuerzas irregulares que operan en sus territorios y crear comisiones para supervisar las fronteras.

A la vista del conflicto hondure?o-nicarag¨¹ense, que se ha agudizado durante las ¨²ltimas semanas y que a punto estuvo de frustrar esta reuni¨®n de Contadora en su mismo inicio, se dir¨ªa que este acuerdo representa un avance importante. Lo ser¨ªa, sin duda, si ambos pa¨ªses decidieran ponerlo en pr¨¢ctica de inmediato, tal como propone Nicaragua, pero se trata de una iniciativa que se aplicar¨¢ s¨®lo en el marco de Contadora, una vez que se firme el tratado de paz.La propuesta sandinista de que Contadora cree un grupo de trabajo especial para vigilar su frontera con Honduras no puede ser atendida hasta que la asuma este pa¨ªs, seg¨²n ha explicado el subsecretario mexicano, Ricardo Valero. El jefe de la delegaci¨®n hondure?a, Jorge Ram¨®n Hern¨¢ndez, ha elevado el proyecto a su Gobierno, del que no ha recibido a¨²n respuesta. En ¨²ltima instancia, Tegucigalpa considera que los contra intervienen en un conflicto en el interior de Nicaragua y que s¨®lo ocasionalmente pasan a Honduras.

En materia de verificaci¨®n y control se ha reabierto un debate que parec¨ªa superado en la reuni¨®n de abril. Nicaragua ha presentado nuevas propuestas en las que rechaza por razones econ¨®micas la creaci¨®n de un cuerpo permanente de inspectores para vigilar el cumplimiento de los acuerdos de desarme. El viceministro nicarag¨¹ense, V¨ªctor Hugo Tinoco, argumenta: "Nosotros creemos que las comisiones deben estar facultadas para nombrar peritos, pero sin institucionalizar un equipo permanente".

El cuerpo de inspectores se introdujo en el acta a solicitud de Honduras, Costa Rica y El Salvador. En su opini¨®n, es imprescindible que puedan verificar todo lo relativo a desarme en visitas inesperadas y sin previo aviso. Su eficacia est¨¢ vinculada a estas dos condiciones. El nombramiento de peritos en cada caso permitir¨ªa ocultar armas al pa¨ªs que estuviera sometido a investigaci¨®n.

Se trata de una discusi¨®n que en ning¨²n caso debe detener las negociaciones, ya que el propio Tinoco termin¨® diciendo que no hay una oposici¨®n frontal de su Gobierno, aunque en t¨¦rminos generales se resiste a crear una burocracia demasiado costosa para el seguimiento del tratado. El financimiento de este aparato correr¨ªa a cargo de un fondo de paz alimentado por los propios pa¨ªses centraomericanos, organismos internacionales y donativos de terceros pa¨ªses.

Protocolos adicionales

Siempre en el aspecto formal, se ha acordado tambi¨¦n que el acta tenga tres protocolos adicionales. El primero lo firmar¨ªan todos los pa¨ªses de Am¨¦rica que pudieran adherirse a su contenido. El segundo est¨¢ reservado a los miembros de Contadora, y el tercero, a las naciones que integren las comisiones de control. En este ¨²ltimo apartado se han mencionado los nombres de Espa?a, Francia, Suecia y Suiza, aunque en t¨¦rminos generales se pretende que haya una representaci¨®n paritaria de Europa y Am¨¦rica.El debate sobre los protocolos encierra varias intenciones ocultas. Nicaragua exige, por un lado, que EEUU suscriba el acta, ya que s¨®lo as¨ª se garantiza su cumplimiento. Washington rechaza, por su parte, una eventual adhesi¨®n de la URSS, ya que equivaldr¨ªa a un reconocimiento impl¨ªcito de que tiene intereses en esta regi¨®n. La f¨®rmula adoptada permitir¨¢ la firma de Cuba y Estados Unidos, pero no de la URSS.

M¨¢s all¨¢ de estas cuestiones de procedimiento, los cinco pa¨ªses centroamericanos entran en el reino de las divergencias. Todo el paquete de desarme ha sido pospuesto a una futura reuni¨®n (salvo progresos inesperados de ¨²ltima hora) por una contradicci¨®n filos¨®fica. Nicaragua insiste en que no puede equilibrar sus fuerzas con los vecinos mientras se mantenga la amenaza norteamericana. Los dem¨¢s argumentan que es necesario establecer un equilibrio regional , roto en la actualidad porque los sandinistas han creado un ej¨¦rcito cuatro veces mayor.

Nicaragua exige, por lo dem¨¢s el cese inmediato de las maniobras norteamericanas, mientras que Honduras quiere excluir este tema del acta. El debate promete ser largo y dif¨ªcil.

El segundo tema de divergencia se refiere a los procesos de reconciliaci¨®n interna. Tinoco repite una tesis ya conocida: los contra son una fuerza mercenaria equipada por Estado Unidos. Est¨¢n dispuestos a negociar el tema con el presidente Reagan, pero no a un di¨¢logo con ellos.

El representante salvadore?o dice que Nicaragua prejuzga a sus opositores internos y que en virtud de ese argumento podr¨ªa tambi¨¦n su Gobierno interrumpir el di¨¢logo con la.guerrilla, a la que considera tambi¨¦n una fuerza armada desde el exterior.

La delegaci¨®n costarricense a?ade que el di¨¢logo con los alzados en armas est¨¢ incluido en el documento de objetivos de Contadora, y que es una condici¨®n para la paz, en El Salvador y en Nicaragua. Esto no significa un apoyo al plan de paz de Reagan, sino a las propuestas de Contadora.

Desmentido hondure?o

Por otra parte, el Gobierno hondure?o desminti¨® el mi¨¦rcoles tajantemente que su Gobierno haya comenzado a desarmar a los guerrilleros nicarag¨¹enses que combaten contra el r¨¦gimen sandinista desde Honduras, tal como hab¨ªa afirmado anteriormente el ministro hondure?o de la presidencia, Ubodoro Arriaga.El ministro de Asuntos Exteriores, Edgardo Paz Bamica, dijo que las fuerzas armadas hondure?as se limitan s¨®lo a "controlar" la zona fronteriza.