Proyectos
A poco que te muevas por Espa?a, y si a uno le sigue la sombra de lo que pudo haber sido y no fue, conecta con nuevas vanguardias embrionarias, con una nueva sensibilidad de izquierdas a¨²n dificil de codificar, tan dificil que hasta los servicios de informaci¨®n se dedican a espiarla para enterarse un poco. Curiosa ideolog¨ªa y curioso patriotismo el de nuestros servicios de informaci¨®n: vigilan a los pacifistas y a los prosovi¨¦tios, pero poco o nada se sabe sobre su vigilancia cerca de los belicistas y los prorreganianos, que los hay, y cada d¨ªa con m¨¢s incontinencia esfint¨¦rica. Esa nueva sensibilidad de izquierda est¨¢ reconstruyendo, preconscientemente, una raz¨®n de ser hist¨®rica. Es decir, est¨¢ conformando un proyecto. Sus abuelos, es una met¨¢fora, aspiraron al Todo ut¨®pico a trav¨¦s de conquistas concretas, entonces no menos ut¨®picas: seguridad social, sanidad y educaci¨®n p¨²blicas, jornada de cuarenta horas, vacaciones pagadas, escolarizaci¨®n obligatoria de los ni?os. Estas que hoy son obviedades, en el pasado fueron objetivos que costaron sangre, a?os de c¨¢rcel, torturas, un duro pulso con los due?os de la Historia. Hoy, sobre el papel al menos, y en buena medida en la realidad, esos derechos se han conquistado, aunque a¨²n es preciso velar combativamente por esas conquistas. Pero es necesario plantear un nuevo rellano inmediato en la escalera que conduce hacia el Todo. Paz, desarme, salvaci¨®n del medio, nueva calidad de vida, una cultura del trabajo que lo distribuya como un medio escaso, sin perder de vista y conciencia que es un medio de conocimiento y, por lo tanto, de realizaci¨®n humana. Defensa de los valores y logros alcanzados por la cultura de la izquierda y nuevos objetivos hacia la solidaridad social e internacional. Y articular la sociedad hacia esos objetivos, no para que una casta de izquierdistas en paro pol¨ªtico o subempleados recuperen su lugar en las fotografias y en los diccionarios enciclop¨¦dicos. Cuando los restos de la izquierda pragm¨¢tica y fracasada salen en p¨²blica subasta, hay que confiar en el futuro de un cierto espontane¨ªsmo derivado de la tozudez de lo real.
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