Afrodita y la Virgen Mar¨ªa
Me permito escribir estas l¨ªneas para aclarar ciertos conceptos expuestos en carta publicada en su peri¨®dico el d¨ªa 17 de mayo actual, firmada por don Antonio Jelo, de Murcia, refutando en parte el art¨ªculo aparecido en EL PAIS el 20 de abril de 1985, cuyo autor es don Francisco Umbral, titulado Mariolatr¨ªa.Es totalmente hist¨®rico y demostrable que el culto a Afrodita en la antig¨¹edad cl¨¢sica era tan popular o m¨¢s que el culto actual a la Virgen Mar¨ªa. Y sus templos y santuarios, tanto o m¨¢s famosos y concurridos que las iglesias y catedrales cristianas que luego se construyeron. No puede uno imaginarse que una persona que viviera en el siglo I antes o despu¨¦s de Cristo ignorase estos cultos, como es imposible que hoy una persona de la m¨¢s elemental cultura ignore el culto a la Virgen Mar¨ªa. Por tanto, el autor del "Evangelio de la infancia, que luego utilizar¨ªa el helenista Lucas" conocer¨ªa perfectamente el culto a Afrodita, extendido por toda el ¨¢rea de la cultura mediterr¨¢nea y llevado a Palestina con la dominaci¨®n romana en la advocaci¨®n de Venus. Asegurar lo contrario es deformar la realidad de las cosas y tratar de ignorante y paleto total al escritor sagrado. Basta con leer los Hechos de los ap¨®stoles para ver c¨®mo Bernab¨¦ y Pablo se tropiezan a cada instante con estos cultos.Concretamente en el mot¨ªn de ?feso, en los Hechos, 19-23, se relata c¨®mo los efesios gritan delante de Pablo, y durante dos horas: ?Grande es la Artemisa de los efesios!, para darnos cuenta de que los cultos a divinidades femeninas
Pasa a la p¨¢gina 12
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.