Diana,

la princesa de Gales, deber¨¢ poner mucho cuidado de ahora en adelante a la hora de elegir la talla de su ropa. El pasado viernes, cuando intentaba cambiar unos pantalones que le estaban excesivamente grandes en una tienda londinense, se encontr¨® con la obstinada resistencia de una dependienta que le exig¨ªa el recibo de la compra. Los clientes de la tienda Benetton, en el elegante barrio de Kensington, asistieron asombrados a la escena, mientras la futura reina de Inglaterra murmuraba con la cabeza agachada y su guardaespaldas trataba de arreglar la situaci¨®n. El encargado del establecimiento puso fin al incidente, pero antes de marcharse de all¨ª la princesa Diana fue advertida por otro dependiente para que en el futuro no olvidase traer consigo el recibo de la compra.