Enfermedad infantil

Se supone que Hamlet dej¨®, al morir, una hija natural; que la desaparici¨®n de la familia real podr¨ªa llevarla al trono y que, en ¨¦l, desarrollar¨ªa el poder como un vicio conocido. En torno a la ni?a est¨¢n los fantasmas y sus discusiones, los vivos y sus ambiciones. Todo tiene un aire de parodia infantil, de descubrimientos colegiales de falsedades de la vida; la acci¨®n se deja ir por las frases, sin cuidado por las contradicciones y con libertad con respecto a un m¨ªnimo armaz¨®n. Queda m¨¢s patente la comicidad que la supuesta filosof¨ªa.La representaci¨®n tiene tambi¨¦n el mismo aire de fiesta de fin de curso. Los actores y actrices tienen la ventaja de unas voces estent¨®reas y de una dicci¨®n muy clara: lo pagan con la p¨¦rdida de matices. El autor es nuevo -su primer estreno en Espa?a, a pesar de -que sus obras llenan 13 libros-; el grupo -Primer Estudio- tambi¨¦n lo es y trabaja en tomo a S¨¢nchez Torel, veterano del teatro y de la radio espa?oles.