Sting conquista Par¨ªs

Sting, cantante y bajista de The Police, prepara al p¨²blico y a la cr¨ªtica internacional para su primer disco en solitario, The dream of the blue turtles. Tras varias jornadas. en Nueva York, se presenta durante siete d¨ªas en Par¨ªs, en el teatro Mogador, hasta el 1 de junio. El recinto, semejante al Alcal¨¢ Palace madrile?o, puede acoger a 1.200 personas y es lugar ordinario para los conciertos de jazz.La nueva m¨²sica de Sting es una s¨ªntesis de su primera etapa como bajista de una big band de jazz en Newcastle, su ciudad natal. Y su experiencia exitosa con el pop-rock de The Police: fusi¨®n de jazz con los elementos m¨¢s notables que el pop ha absorbido en los ¨²ltimos a?os, tales como el rhythm and blues, el soul o el reggae. Toda la banda que acompa?aba a Sting la compon¨ªan m¨²sicos negros de reconocido talento, como el saxofonista Brandford Marsalis, hermano de Wynton, y el bater¨ªa Omar Hakin, descubierto por Joe Zawinul para Weather Report y requerido para los discos de David Bowie, Mick Jagger y Dire Straits.

El rubio cantante compositor actuaba con una guitarra al pie de una escalera blanca puesta al estilo de los musicales de Hollywood, y en la mitad de la misma se situaban la bater¨ªa y los teclados. Sting cant¨®. Interpret¨® un repertorio de canciones en su mayor parte desconocidas para el p¨²blico, al que se dirigi¨® siempre en franc¨¦s.

En el fondo de todo este swing de Sting se notaba a menudo el estilo sencillo y directo de sus composiciones, algunas parecidas en su estructura a las m¨¢s conocidas del popular tr¨ªo. Por ejemplo, Consider me gone. Hab¨ªa ofrecido Childrens crusade, una historia sobre esclavos negros en el norte de ?frica, y se recre¨® con un jazz-rock al modo de The Crusaders de los setenta, que incluy¨® One world y un solo de piano de Herbie Hancock, apoyado por una base muy dura de funky.

Las dos vocalistas elevaban las fuerzas de las canciones y la propia voz de Sting, siempre necesitada de agua de lim¨®n, que modulaba capaz y originalmente. If you love somebody set them free, el sencillo de su elep¨¦, fue palmeado por los asistentes que hab¨ªan permanecido calmados y atentos; y es que Sting combin¨® perfectamente las baladas con los temas m¨¢s r¨ªtmicos.

Tras una sesi¨®n jazzera con Sting, haciendo un solo al contrabajo sin caja, ¨¦ste march¨® a los 70 minutos de haber entrado. Reapareci¨® solo para cantar su himno de Par¨ªs, Roxanne, de manera similar a la versi¨®n que aparece en el disco de The secret policemen concert, pero con el adorno virtuoso de Marsalis al saxo soprano.