40 hospitales de Bruselas quedaron saturados
Cuarenta hospitales de Bruselas quedaron saturados. Y B¨¦lgica, consternada. La tragedia del f¨²tbol se repiti¨®. Una final de la Copa de Europa, el primer torneo continental, que se esperaba como una gran fiesta, se ti?¨® de sangre y luto. Los 1.000 polic¨ªas dedicados inicialmente a preservar el orden fueron insuficientes. Despu¨¦s, hubo voluntad, pero mucha confusi¨®n en los auxilios. S¨®lo tras el partido pareci¨® controlada la marcha de los aficionados supervivientes.
Los hospitales da la ciudad se pusieron activamente a funcionar, pero 40 de ellos, seg¨²n los servicios de protecci¨®n civil, se saturaron pronto y buen n¨²mero de los heridos fue transportado a centros de la periferia de la ciudad. Poco despu¨¦s de las diez de la noche, una hora despu¨¦s de comenzado el partido, la televisi¨®n y la radio belgas lanzaron un llamamiento a los gendarmes y asistentes sanitarios de la zona de Bruselas para que se incorporaran todos a sus puestos, y, en un momento dado, la televisi¨®n pidi¨® donantes voluntarios de sangre, a pesar de que ten¨ªa la suficiente, pero hubo mucha confusi¨®n.Muchos donantes se ofrecieron. Pero a veces equivoc¨¢ndose y llamando a la Cruz Roja al tel¨¦fono que hab¨ªa sido difundido por la televisi¨®n para saber los nombres de v¨ªctimas. En dos hospitales consultados por EL PAIS, incluido el UCL, que es el mayor de Bruselas, h ab¨ªa sangre suficiente. No obstante, se tomo nota de los posibles donantes. Numerosos taxis fueron requisados para transportar heridos, al no dar abasto las ambulancias.
Unos 1.000 polic¨ªas hab¨ªan sido encargados de la seguridad en el estadio y sus alrededores. El ministro del Interior, Charles Ferdinand Nothomb, se?al¨® que en principio tendr¨ªan que haber sido suficientes. Pero pronto tuvieron que pedir refuerzos, armados y protegidos por escudos, para acordonar la zona. Y era tarde. El ambiente se hab¨ªa calentado horas antes sin tomarse m¨¢s medidas. Seg¨²n la radio belga (RTBF), un joven brit¨¢nico fue apu?alado por un grupo de italianos a primeras horas de la tarde en la c¨¦ntrica plaza de Brouckere, y se encontraba en estado grave. 20 hinchas brit¨¢nicos hab¨ªan pasado la noche en la comisar¨ªa. Cerca del Atomio y del estadio H¨¦ysel, unos brit¨¢nicos hab¨ªan asaltado a varios belgas y franceses. para robarles las carteras.
Calma final
La calma pareci¨® reinar al concluir el partido y salir los espectadores del estadio. Pero la polic¨ªa esta vez hab¨ªa tomado sus precauciones. En todo caso, las estaciones de tren hacia las que se dirig¨ªa buen n¨²mero de hinchas italianos y brit¨¢nicos no eran las mismas: una, la del Mediodia; otra, la del Norte En la ciudad portuaria de Ostende, la gendarmer¨ªa se hab¨ªa movilizado para canalizar directamente de los autobuses o trenes a los hinchas brit¨¢nicos hacia los barcos que les transportar¨ªan a su isla, y cuyos horarios fueron modificados para evitar que esta masa deambulara por el centro de la ciudad durante, varias horas.
El ministro del Interior neg¨® que hubiera pedido la suspensi¨®n definitiva del partido. Y coment¨® que se hab¨ªan llevado a cabo "los preparativos que se estimaban necesarios", seg¨²n las conclusiones a que hab¨ªa llegado en la reuni¨®n que mantuvo el pasado jueves con la polic¨ªa y los organizadores del encuentro. Pero se quej¨® de que los organizadores (la UEFA) no le hubiesen advertido de que se pod¨ªa esperar tal grado de violencia. El caso es que la tragedia y las muertes no fueron anunciadas por los altavoces del campo. La UEFA ten¨ªa miedo ante la posible reacci¨®n de los hinchas.
La decisi¨®n del seguir adelante con este partido se tom¨¦, tras con sultar al comit¨¦ ejecutivo de la UEFA, para ganar tiempo y preparar los refuerzos de polic¨ªas y gendarmes, y evitar que la frustraci¨®n de no celebrar el partido lle vara a mayores enfrentamientos. Pero el Partido Socialista Belga calific¨® de "indecente" la decisi¨®n de celebrar el encuentro.
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