La RAI no quiso divertir a una naci¨®n en l¨¢grimas
El locutor del segundo canal de la RAI (televisi¨®n estatal italiana), que transmit¨ªa el partido en directo, advirti¨® que s¨®lo por deber profesional iba a transmitir el encuentro, y a?adi¨®: "Me van a permitir que no considere el partido como una aut¨¦ntica final; por eso lo retransmitir¨¦ lo m¨¢s as¨¦pticamente posible, sin pasi¨®n, ya que se juega s¨®lo por motivos de orden p¨²blico". Y as¨ª lo hizo, incluso en el momento en que Platini marc¨® el gol.De vez en cuando se interrump¨ªa la transmisi¨®n del partido para anunciar que algunos programas de evasi¨®n o de variedad se hab¨ªan anulado por la propia voluntad de los protagonistas que no se sent¨ªan con ¨¢nimos de divertir a una naci¨®n en l¨¢grimas ante tanta sangre absurdamente derramada en un campo de f¨²tbol.
La alegr¨ªa por la victoria del Juventus en la Copa de Europa no bast¨® para apagar la rabia y la amargura que invadieron anoche a todos los italianos. El presidente de la Rep¨²blica, Sandro Pertini, que sigui¨® el partido por televisi¨®n, no quiso en un principio hacer ninguna declaraci¨®n oficial. M¨¢s tarde se limit¨® a tomar acta de las declaraciones hechas por la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, y envi¨® al mismo tiempo su expresi¨®n de dolor para todas las v¨ªctimas de la tragedia.
Por su parte, el presidente del Gobierno italiano, Bettino Craxi, que se hallaba en Mosc¨² en visita oficial, se puso inmediatamente en contacto con las autoridades belgas para demostrar su contrariedad a la decisi¨®n de celebrar igualmente la final. Craxi tuvo palabras dur¨ªsimas de condena por la violencia de la que fueron objeto los aficionados italianos. Tambi¨¦n el Vaticano mand¨® un comunicado de dolor recordando c¨®mo el deporte tiene que ser exclusivamente un momento de encuentro y de fraternidad entre los hombres.
Los comentarios de la radio y de la televisi¨®n fueron de incredulidad y de estupor. "?stos nos obligar¨¢", se dijo, "a revisar toda la cultura del deporte agon¨ªstico; nos obligar¨¢ a todos a reflexionar a fondo sobre este terrible acontecimiento que deshonra a todos los aficionados del f¨²tbol".
Escenas conmovedoras
Toda Italia estuvo pegada anoche a la televisi¨®n o a la radio con la terrible angustia en el cuerpo de no poder saber nada acerca de las posibles v¨ªctimas italianas. El locutor de la televisi¨®n contaba escenas conmovedoras de j¨®venes italianos que llegaban hasta sus c¨¢maras sangrando y pidiendo socorro, y suplic¨¢ndole que les permitiera decir sus nombres, para tranquilizar a las familias.
A los italianos les gust¨® la decisi¨®n que hab¨ªa tomado en un principio el Juventus de no querer jugar. Se coment¨® como un gesto de sensibilidad latina". Tambi¨¦n se puso de relieve que la inmensa mayor¨ªa de los aficionados italianos presentes en el campo se hab¨ªan comportado con gran civismo durante toda la jornada. Al mismo tiempo se coment¨® que habr¨¢ que analizar la creciente patolog¨ªa de los hinchas m¨¢s extremistas que se sienten como en el deber de luchar por el propio equipo y de defenderlo hasta el martirio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.