Un turco en Mallorca

Al¨ª Agca permaneci¨® durante dos semanas en Palma de Mallorca, desde finales de abril hasta los primeros d¨ªas de mayo de 1981. Antonio Marini, fiscal del tribunal que se ocupa de la presunta conspiraci¨®n en el atentado contra el Papa ocurrido el 13 de mayo de 1981, manifest¨® ayer que hay que profundizar para apreciar en todo su sentido la estancia del terrorista turco en T¨²nez y en la isla espa?ola.En la especie de conferencia de prensa que se organiza al final de cada sesi¨®n del juicio en torno a su esca?o de la sala, Marini dijo a un grupo de periodistas que Agca utiliz¨® Palma de Mallorca porque necesitaba alejarse de Italia en los d¨ªas que precedieron al atentado. "La elecci¨®n fue casual", dijo, "porque no hab¨ªa plaza en los hoteles del primer lugar en que pens¨®, Cefal¨²".

"Necesitaba un lugar donde permanecer tranquilo en espera del viaje final para realizar el atentado. Se comport¨® como un turista normal, dej¨¢ndose ver e incluso fotografiar", se?al¨® el juez italiano, que rechaz¨® categ¨®ricamente la hip¨®tesis de que Agca tuviese alg¨²n encuentro con sus c¨®mplices en la isla espa?ola. S¨ª efectu¨® dos llamadas telef¨®nicas "claves para la ejecuci¨®n del atentado".

"En lo que va de juicio ya ha quedado demostrado que desde Palma de Mallorca llam¨® a Bagci a Olten (Suiza) para que le llevase la pistola a Mil¨¢n cuatro d¨ªas antes del atentado contra el Papa", afirm¨® Marini. "El juez espera demostrar en los pr¨®ximos d¨ªas que la llamada telef¨®nica dirigida a Musa Sedar Celebi, que se encontraba en la Rep¨²blica Federal de Alemania, es tambi¨¦n absolutamente incuestionable. Con ella confirm¨® Agca que hab¨ªa sido recibido el dinero solicitado para efectuar el atentado, lo que desencadena la fase final del complo".