Los telescopios europeos viajan al Sur
El 29 de junio se inaugura en Canarias uno de los complejos de astrof¨ªsica m¨¢s importantes del mundo
Para alguien en particular, la fecha del 29 de junio, en que ser¨¢n inauguradas las nuevas instalaciones del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias, ser¨¢ el final feliz de un largo sue?o. Un sue?o que ya duraba 25 a?os. Francisco S¨¢nchez, director y fundador del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC), hab¨ªa llegado con su esposa a Tenerife en 1960, durante su luna de miel, como a mediados del siglo XIX hiciera el escoc¨¦s Charles Piazzi Smythe, primer astr¨®nomo expedicionario a la isla. El profesor S¨¢nchez, en cuyas manos recae ahora la responsabilidad de gestionar uno de los complejos astrof¨ªsicos m¨¢s importantes del mundo, comenz¨® a realizar sus primeras observaciones desde el centro meteorol¨®gico de Iza?a, en las Ca?adas del Teide, con un telescopio que le hab¨ªa vendido un aficionado antes de viajar a la isla. Hoy, el instituto que dirige posee en las cumbres canarias gigantescas instalaciones para. investigar las estrellas, y en un futuro inmediato contar¨¢ con los telescopios solares m¨¢s grandes del mundo.Desde el punto m¨¢s alto de Espa?a, el Teide, en Tenerife, se puede observar el Sol, fuente de luz y calor perenne en esta Tierra, mejor que desde ninguna otra parte del planeta. A esta conclusi¨®n lleg¨® la organizaci¨®n colectiva para las observaciones solares, Alianza de F¨ªsicos Europeos, fundada en 1969 por el famoso profesor Karl-Otto Kiepenheuer. El Teide, macizo volc¨¢nico que se eleva hasta 3.715 m etros en el centro de Tenerif¨¦, posee un observatorio compuesto por 10 telescopios, propiedad de Espa?a, RFA, B¨¦lgica y Francia. Este complejo astrofisico, que pertenece al IAC, se ubica a 2.400 metros de altitud, en una zona conocida con el nombre de Izafia; ocupa 50 hect¨¢reas de superficie en uno de los cuatro parques nacionales de Canarias.
Tenerife, cabecera de una de las dos provincias en que se divide el archipi¨¦lago, vive principalmente del turismo basado. en el sol., En ur¨ª futuro pr¨®ximo el IAC ampliar¨¢ su instrumentaci¨®n solar con la construcci¨®n, por parte de los f¨ªsicos franceses, del Themis, un telescopio de 60 cent¨ªmetros, que convertir¨¢ al observatorio del Teide en el de mayor concentraci¨®n de mecanismos de investigaci¨®n solar sobre la Tierra.
La localizaci¨®n del Roque de los Muchachos como plataforma astrofisica incorpora a la isla -de La Palma, situada en el extremo noroeste del archipi¨¦lago, a una investigaci¨®n de primera l¨ªnea sobre las estrellas. La calidad de su cielo, que ha mentalizado a las autoridades para controlar la iluminaci¨®n p¨²blica con el fin de no entorpecer la obsevaci¨®n, ha sido descubierta como una de las propiedades naturales de la isla m¨¢s preciadas en la actualidad.
El Roque de los Muchachos, donde el IAC cuenta con un observatorio dotado de algunos de los telescopios m¨¢s importantes del mundo, pertenecientes a Dinamarca, Reino Unido y Suecia, alcanza una altura de 2.400 metros, que lo convierte en la segunda cima de¨²anarias y primera del parque nacional de La Caldera de Taburiente. En sus 189 hect¨¢reas se concentran, entre otros, el grupo de telescopios Isaac Newton, el c¨ªrculo meridiano de la universidad de Copenhague y el heflostato de la Real Academia de Ciencias de Suecia. En un futuro pr¨®ximo figurar¨¢ el tercer telescopio m¨¢s importante del mundo, el William Hershel, del, Reino Unido.
Una inversi¨®n rentable en la ciencia del futuro
El acuerdo de cooperaci¨®n en materia de astrof¨ªsica, llevado a cabo entre 1979 y 1983 por Espa?a, Dinamarca, Reino Unido, Suecia y la RFA, presenta el m¨¢s audaz ejemplo de proyecto mancomunado para afrontar una investigaci¨®n sofisticada y costosa como exige la astrof¨ªsica. El cielo de Canarias ha entrado en la historia de la investigaci¨®n de las estrellas al ser considerado el de mejor calidad del hemisferio norte. Por esta raz¨®n, las islas est¨¢n llamadas a ser receptoras de los telescopios m¨¢s grandes del mundo. Espa?a aporta a este concierto internacional, adem¨¢s de sus propias instalaciones, lo m¨¢s esencial: el cielo y el suelo. Asimismo, proporciona infraestructura (energ¨ªa, comunicaciones, etc¨¦tera), apoyo administrativo y mantenimiento general e instrumental. En cifras, la inversi¨®n espa?ola en la primera fase del acuerdo se eval¨²a en 1.200 millones de pesetas. La contribuci¨®n extranjera en material telesc¨®pico asciende a 12.000 millones de pesetas.
Espa?a se beneficia del 20% del tiempo de observaci¨®n, as¨ª
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como de un 5% m¨¢s para programas cooperativos. Este derecho rentabiliza al m¨¢ximo la participaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs sede, ya que, habida cuenta que del total de 3.650 horas de observaci¨®n al a?o, a Espa?a corresponder¨¢n 730, distribuidas en las 10 instalaciones existentes, su inversi¨®n inicial se ve ampliamente amortizada.El uso de los observatorios por parte de Espa?a equivale al a?o a un total de 1.044 millones de pesetas, toda vez que la hora tiene el valor de 143.000 pesetas. Todo ello convierte a Canarias en una de las principales capitales mundiales de la astrof¨ªsica, y a corto plazo, en lugar de encuentro de m¨¢s de 250 cient¨ªficos y otros 2.000 investigadores europeos implicados subsidiariamente. El acuerdo, que ya integra a Holanda e Irlanda a trav¨¦s del Reino Unido, podr¨¢ verse ampliado pr¨® ximamente con la entrada de No ruega, Finlandia, Italia y Francia.
La astrof¨ªsica es la ciencia del futuro. Desde los siglos XVI y XVII, con la invenci¨®n del telescopio, su importancia ha ido en progresi¨®n. Tiene como objeto el estudio de la naturaleza f¨ªsica y qu¨ªmica de los cuerpos celestes o astros. Ya en el 2697 antes de Cristo, los chinos eran capaces de observar por primera vez un eclipse de Sol. Dir¨ªase que desde el comienzo de los tiempos el hombre ha sentido curiosidad por descubrir su lugar en el universo. Primero, Arist¨®teles y Ptolomeo creyeron que la Tierra estaba en el centro, y m¨¢s tarde, Cop¨¦rnico, Galileo y Kepler demostraron que el Sol es la estrella que preside todo el sistema.
Los avances experimentados en los m¨¦todos de medici¨®n a partir de Newton, Laplace y Lel¨ªverrir y la incorporaci¨®n, en el siglo XIX, de innovaciones t¨¦cnicas en el an¨¢lisis espectral, la fotograrla y el conocimiento de las radiaciones c¨®smicas, hicieron posible un gran avance de la astrof¨ªsica en sus dimensiones planetaria, solar y estelar. Desde mediados del siglo pasado, Canarias fue elegida como zona privilegiada para observar las estrellas. A ra¨ªz del hallazgo, todos los ojos est¨¢n puestos sobre este peque?o archipi¨¦lago atl¨¢ntico, convertido en el aut¨¦ntico mirador del universo.
Un astr¨®nomo brit¨¢nico del Almirantazgo
El inter¨¦s de Canarias para la astrof¨ªsica mundial arranca desde 1856, con la decisi¨®n del Almirantazgo, brit¨¢nico de enviar a Tenerife al astr¨®nomo Charles Piazzi Smythe con el fin de estudiar mejores posibilidades de la observaci¨®n desde la altura. El citado cient¨ªfico acamp¨® en Guajara (2.717 metros) y en Altavista (3.250 metros), ambos puntos cercanos al Teide, y comprob¨® las ventajas de los observatorios de monta?a.
La publicaci¨®n de un libro de Sinythe dos a?os despu¨¦s de su llegada a la isla bautiz¨® a Tener¨ªfe como la precursora de la moderna investigaci¨®n de los astros desde elevadas atalayas. A partir de entonces, hasta nuestro siglo, se suceden visitas de prestigiosas autoridades cient¨ªficas. Simony (1880), Angstron (1895-1896), C. Muller y Ekron (1910) y Jean Mascart (1910) siguieron los pasos del precursor ingl¨¦s. Mascart, impresionado por las condiciones del lugar, propuso la creaci¨®n de un observatorio internacional en Guajara.
Nuevo impulso por un eclipse de sol
La II Guerra Mundial frustr¨® la idea. Medio siglo despu¨¦s, un eclipse de Sol total concentra en Tenerife a astr¨®nomos de todo el mundo y despierta nuevamente el inter¨¦s por establecer un observatorio permanente. Esta vez la sugerencia corre mejor suerte. Un grupo de astrof¨ªsicos vinculados a la universidad de La Laguna (Tenerife) se propone llevar a cabo los sue?os alimentados 100 a?os antes. Los a?os setenta son claves para la expansi¨®n de la astrof¨ªsica canaria.
En octubre de 1970 nace el observatorio del Teide, se crea tres a?os despu¨¦s el Instituto Universitario de Astrof¨ªsica, y en 1975 se constituye, con el concurso de la universidad de La Laguna, el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y la Mancomunidad Interinsular de Cabildos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, el primitivo Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC).
Europa redobla su inter¨¦s por el cielo de las islas, mientras ya se proyecta el futuro del Roque de los Muchachos en la isla de La Palma. Canarias pasa a ser una de las zonas del planeta mejor dotadas para el estudio astron¨®mico. Todos los esfuerzos desarrollados durante este tiempo cristalizan el 26 de mayo de 1979 con la firma, en Santa Cruz de la Palma, del acuerdo de cooperaci¨®n en mater¨ªa de astrof¨ªsica por parte de Espa?a, Dinamarca, Reino Unido y Suecia. Cuatro a?os m¨¢s tarde, la RFA se adhiere al convenio.
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