Una marca en venta
Las autoridades municipales consideran que Benidorm, adem¨¢s de ciudad, es una marca que est¨¢ en venta. El director de las relaciones p¨²blicas del Ayuntamiento, Miguel Alberto Mart¨ªnez Monge, viaja durante 125 d¨ªas al a?o, porque Benidorm ha de tener su caseta en la feria de M¨²nich o en la de Lisboa. Benidorm es una imagen de marca por eso creen los mun¨ªcipes que el festival es ya rentable, porque los medios de comunicaci¨®n est¨¢n hablando de ¨¦l. "Una vez, por curiosidad, pes¨¦ todo lo publicado en la Prensa sobre el festival de 1972 y result¨® que eran dos kilos y pico de papel. ?Usted sabe lo que cuesta eso en publicidad?", dice Mart¨ªnez Monge.El Ayuntamiento no es de la opini¨®n de que Benidorm sea ya una ciudad demasiado grande y excesivamente repleta de turistas y bloques de cemento. "Benidorm tiene que seguir creciendo", dice el alcalde, Manuel Catal¨¢n. "Es verdad que su creci miento ha de ser diferente al que ha sufrido hasta ahora, realmen te ca¨®tico, pero Benidorm ha de ir a m¨¢s". Y va a m¨¢s. En 1984 en lugar de los 70 millones de pesetas que el Ayuntamiento calculaba que iba a recibir en concepto de licencias de obra, recaud¨® el doble. En las oficinas municipales hay ahora tres ofertas para abrir en la ciudad tres nuevos ho teles de cinco estrellas.
Todo tiene su precio. Seguramente muchos de los que acud¨ªan por invitaci¨®n todos los a?os a aquel festival en el que cantaban Emilio Jos¨¦ o Dyango van a empezar a regalar las entradas. En el concierto del viernes, el goteo de abandonos fue inevitable. Casi ninguno de esos desplazados quedaban en la plaza cuando sali¨® el grupo de la zona, Seguridad Social, y el cantante, que luce una espl¨¦ndida cresta, advert¨ªa en el m¨¢s depurado estilo del after punk aquello de "Eres una est¨²pida. Eres una est¨²pida. Te voy a pegar".
Quiz¨¢ para que el punto de inflexi¨®n de este festival no resultara tan traum¨¢tico, los organizadores hab¨ªan programado algunos actos de conmemoraci¨®n de las bodas de plata del certamen, que por denominador com¨²n han exhibido un cierto tono nost¨¢lgico, como el preg¨®n hist¨®rico-po¨¦tico del primer d¨ªa.
Cultura del 'videoclip'
Anoche los organizadores invitaron a personalidades y Prensa a la gala conmemorativa de los 25 a?os del festival. ?sta consisti¨® en una cena y la entrega de 25 medallas a cantantes, compositores, personajes de la ciudad, colaboradores y directivos destacados en la historia del festival.
Al final de la cena, el cantante Dyango, triunfador del festival de 1976, ofrec¨ªa a los asistentes una actuaci¨®n. Mientras tanto, en tres discotecas de la ciudad, tambi¨¦n como parte de la programaci¨®n festivalera, se proyectaba un total de 90 videoclips. Los ¨²ltimos, los mejores, algunos in¨¦ditos videoclips, ese producto de consumo que ha creado una nueva est¨¦tica en un medio novedoso y que es uno de los m¨¢s claros exponentes del gusto de la generaci¨®n de los ochenta.
Babelia
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