Antonio L¨®pez Garc¨ªa y Enrique Lafuente Ferrari

Quiero expresar mi gran satisfacci¨®n y alegr¨ªa por la concesi¨®n del Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes a Antonio L¨®pez, uno de los pintores espa?oles que m¨¢s admiro y creo merece los mayores honores. Conozco su obra casi desde que comenz¨® a pintar, por medio de revistas, reproducciones y los propios originales vistos en Madrid en diferentes ocasiones. He ido ahora a ver su magn¨ªfica exposici¨®n antol¨®gica en el Museo Arqueol¨®gico de Albacete y durante tres d¨ªas la he estudiado con todo inter¨¦s, admiraci¨®n y cari?o. Soytambi¨¦n pintor profesional desde hace m¨¢s de 50 a?os y mantengo esa misma l¨ªnea estil¨ªstica de L¨®pez Garc¨ªa, que, dado el galimat¨ªas del rebuscado vocabulario art¨ªstico al uso, no sabemos c¨®mo denominar, pero que podr¨ªamos tal vez situarla en un realismo-barroco-l¨ªrico-so?ador-valdeslealesco espa?ol, actitud que adopt¨¦ desde los a?os treinta. Por todo ello, mi felicitaci¨®n y alegr¨ªa por el triunfo del gran compa?ero L¨®pez Garc¨ªa.Pero... pero... pero. No puedo silenciar, como artista y como espa?ol, mi dolor y mi disgusto por no haberse otorgado el premio al extraordinario maestro historiador de arte, escritor, promotor de altruistas empresas en servicio del patrimonio art¨ªstico nacional, inteligente y sabio donde los haya, Enrique Lafuente Ferrari. Just¨ªsimo, merecid¨ªsimo el premio al pintor de Tomelloso, pero la avanzada edad de "don Enrique", su larga historia de infatigables afanes y desvelos, sus aportaciones al arte espa?ol hubieran debido imponerse -s¨®lo tres votos, mon Dieu- y darle preferencia este a?o, con toda raz¨®n y justicia, dejando a Antonio L¨®pez para la ocasi¨®n m¨¢s pr¨®xima.

Creo que alguien deb¨ªa decir esto y lo digo de acuerdo con mi conciencia, convencimiento y con toda la sinceridad del mundo.- Pintor.