Portugal rinde homenaje a Pessoa y lo equipara a Camoens

Cincuenta a?os despu¨¦s de su muerte -que se cumplen el 30 de noviembre de este a?o-, el poeta Fernando Pessoa ser¨¢ objeto hoy, en Lisboa, de honras nacionales que situar¨¢n al autor de Desassossiego en pie de igualdad con el gran ¨¦pico de Os Lus¨ªadas, Luiz Vaz de Camoens.

La familia de Fernando Pessoa -una hermana y dos sobrinos- autorizaron la exhumaci¨®n de los restos del poeta del cementerio lisboeta de Prazeres, donde fueron enterrados hace medio siglo, y su colocaci¨®n en un t¨²mulo de m¨¢rmol rosa en la iglesia de Santa Mar¨ªa de Belem, del monasterio de los Jer¨®nimos.Fernando Pessoa compartir¨¢ en adelante las honras hasta ahora reservadas a dos figuras ilustres de la historia portuguesa: Camoens y Vasco de Gama, ya que la colocaci¨®n de una corona de flores sobre el t¨²mulo de Camoens, en el monasterio de los Jer¨®nimos, est¨¢ inclu¨ªda en el programa protocolario de los jefes de Estado y de otros personajes ilustres que visitan Portugal.

El traslado de los restos de Pessoa y la celebraci¨®n de exequias nacionales en ocasi¨®n del 502 aniversario de la muerte del poeta fue propuesto hace un a?o en el Parlamento de Lisboa por otro poeta, el diputado socialista Manuel Alegre, y aprobado por unanimidad y con aplausos por todos los parlamentarios presentes.

Una comisi¨®n gubernamental, presidida por Jo¨¢o Palma-Fereira, en representaci¨®n del primer ministro portugu¨¦s, que integra Eugenio de Andrade, Natalia Correia, Sophia de Mello Breyner, Yvette Cetneno, Manuel Alegre y Gaspar Simoes, est¨¢ encargada de preparar las conmemoraciones del 502 aniversario de la muerte de Pessoa, que integrar¨¢n la publicaci¨®n por la Imprensa Nacional y Casa da Moeda de una edici¨®n de la obra completa de Pessoa, incluidas las notas que el poeta escrib¨ªa en los m¨¢rgenes de sus propios libros o sobre cajas de cerillas o sobrecitos de az¨²car del caf¨¦ Marthino das Arcadas, en Lisboa, donde pasaba largas horas.

Conservar el Martinho

En cambio, el Ayuntamiento de, Lisboa ha rechazado la demanda de un grupo de vecinos que pretend¨ªan que el c¨¦lebre Martinho, considerado el m¨¢s antiguo restaurante de Lisboa, sea integrado en el patrimonio de la ciudad. El establecimiento, que conserva a¨²n el tipismo de los caf¨¦s de principio del siglo, ser¨¢ dentro de poco tiempo transformado en uno de los tantos snack-bar que proliferan en la baixa lisboeta, y las mesas de m¨¢rmol en que se sentaron Pessoa y sus amigos del orfeu desaparecer¨¢n para dejar lugar a una fr¨ªa barra de metal y pl¨¢stico para despachar bocatas y combinados a los funcionarios de los numerosos ministerios que rodean la plaza del Comercio.