El Gobierno argentino adopta severas medidas de austeridad tras el acuerdo con el FMI

El cambio oficial del peso argentino respecto al d¨®lar ha sido aumentado en un 18% (lo que implica una devaluaci¨®n real del 15%); las retenciones a las exportaciones aumentaron entre un 7% y un 12%; los grav¨¢menes para la importaci¨®n se elevaron en un 10%; los reembolsos a la exportaci¨®n quedaron reducido! a cero; el redescuento por liquidez se redujo en un punto, y los combustibles aumentaron ayer entre un 12% y un 20% (a primeros del mes en curso ya hab¨ªan aumentado en un 30%). Al tiempo se espera inminentes subidas en los precios en el sector de los transportes.Se trata de un ajuste cl¨¢sico tendente a mejorar la balanza de pagos del pa¨ªs incrementando las exportaciones y disminuyendo las importaciones, y a reducir el d¨¦ficit fiscal, pero las medidas ponen el acento mucho m¨¢s en este ¨²ltimo aspecto. En los medios financieros argentinos se especulaba fuertemente anoche con la posibilidad de un pr¨®ximo congelamiento general de precios y salarios para evitar caer en el modelo israel¨ª.

Preocupa a los empresarios el gravamen a las importaciones, por cuanto retraer¨¢ a¨²n m¨¢s la debilitada industria argentina; en cuanto al aumento de las retenciones sobre las exportaciones, ello permitir¨¢ al fisco hacerse a corto plazo con unos 250 millones de d¨®lares adicionales; los embarques de grano aportan anualmente unos 4.000 millones de d¨®lares, pero ya se ha exportado por valor de 2.500 millones en los cinco primeros meses del a?o.

El aumento de aranceles no supondr¨¢ al Estado m¨¢s de 200 millones de d¨®lares, suponiendo que en la segunda parte del a?o se importe por 2.000 millones de d¨®lares. Poco dinero, en suma, para afrontar las deudas argentinas. Todo el ¨¦nfasis se ha puesto en la recaudaci¨®n fiscal indirecta como compensaci¨®n a la escasa proclividad ciudadana a pagar sus impuestos.

Satisfacci¨®n del FMI

Jacques de Larosi¨¦re, director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), comunic¨® el martes al Gobierno argentino su disposici¨®n a apoyar el programa de ajuste econ¨®mico previamente acordado en Washington entre delegados argentinos y el FMI. Ello supone que Buenos Aires queda en libertad de retirar los fondos del cr¨¦dito stand-by (de disposici¨®n inmediata) otorgado en diciembre y congelado por los incumplimientos argentinos de sus anteriores acuerdos econ¨®micos con el Fondo Monetario Internacional.En la ciudad de Nueva York, William Rhodes, presidente del comit¨¦ bancario acreedor de Argentina, se congratul¨® de las medidas econ¨®micas adoptadas por el Gobierno de Ra¨²l Alfons¨ªn y declar¨® que ellas permitir¨¢n completar el cr¨¦dito de 4.200 millones de d¨®lares al pa¨ªs; al tiempo se espera que la actitud colaboradora argentina permita disipar las dudas de algunos pa¨ªses europeos convocados para un cr¨¦dito de salvamento por 450 millones de d¨®lares.

La clase pol¨ªtica y sindical, con excepci¨®n del radicalismo ha puesto el grito en el cielo en el entendimiento un¨¢nime de que el ajuste econ¨®mico de Alfons¨ªn reduce a m¨ªnimos las posibilidades de una concertaci¨®n social con los sindicatos, reduce las expectativas de aumento de los puestos de trabajo y castiga a los asalariados con una mayor presi¨®n fiscal indirecta.

El Gobierno ha debido albergar sentimientos de mala conciencia, por cuanto el anuncio de las nuevas medidas econ¨®micas se efectu¨® solapadamente, mediante comunicados oficiales, sin una conferencia de prensa explicatoria.

A t¨ªtulo individual, portavoces del partido en el Gobierno aducen que la contrapartida a estas medidas hay que buscarla en la negativa de Raul Alfons¨ªn a reducir dr¨¢sticamente el gasto p¨²blico, privatizar las grandes empresas estatales deficitarias y amputar la gigantesca burocracia del Estado que sirve de amortiguador contra el paro.