Hacienda aplazar¨¢ al pr¨®ximo a?o la baja de desgravaciones y minusval¨ªas en el impuesto sobre la renta

Hacienda se plantea el aplazar hasta el pr¨®ximo a?o la rebaja de desgravaciones y minusval¨ªas en el impuesto sobre la renta, cambios que perjudicar¨¢n a los contribuyentes y que as¨ª no surtir¨¢n efectos hasta las declaraciones de 1987. Ambas medidas ser¨¢n introducidas por la anunciada reforma legal del tributo, junto a otras que s¨ª entrar¨¢n en vigor desde 1985. Estas ¨²ltimas beneficiar¨¢n al mill¨®n de personas penalizadas por la acumulaci¨®n de rentas y acomodar¨¢n la tarifa a las recientes bajas en las retenciones.

El Gobierno perfilar¨¢ en las pr¨®ximas semanas la anunciada reforma del impuesto, todav¨ªa no terminada de preparar por Hacienda, que estos d¨ªas se plantea que su proyecto de ley tenga dos velocidades. Si prospera este criterio, como parece probable, seg¨²n fuentes del fisco, los cambios que beneficien a los contribuyentes surtir¨¢n efectos para 1985 (declaraciones de 1986), mientras los que les perjudiquen quedar¨ªan para 1986 (declaraciones de 1987).El motivo de demorar estos ¨²ltimos -principalmente, la rebaja de las desgravaciones y un trato restrictivo con el fin de evitar que las minusval¨ªas sigan utilizadas masivamente para reducir la carga- no es jur¨ªdico, seg¨²n un alto cargo de Hacienda. Hay dict¨¢menes que admiten la retroactividad para este tipo de medidas, con el argumento de que el impuesto se devenga el 31 de diciembre.

Desde el pr¨®ximo a?o, s¨®lo podr¨¢n descontar de su renta minusval¨ªas quienes declaren ingresos por valores e inmuebles. Por la concepci¨®n vigente hasta ahora -posibilidad de minorar todo tipo de rentas-, el pasado a?o las minusval¨ªas crecieron un 63% y alcanzaron los 124.000 millones de pesetas, el triple que todas las plusval¨ªas.

Antes de simplificar las desgravaciones para quitarles amplitud y sentenciar por ley los numerosos problemas econ¨®micos y jur¨ªdicos surgidos de la falta de claridad y el excesivo casuismo de las mismas, ser¨¢n concretadas definitivamente la nueva estructura de la tarifa y la forma en que podr¨¢n declarar los c¨®nyuges. Aunque el conjunto de las tablas no aumente la presi¨®n fiscal, pues deber¨¢ absorber el impacto de la reciente reducci¨®n de retenciones en 107.000 millones de pesetas y afrontar el importante coste de la nueva tributaci¨®n de las parejas, los estudios en que se basan s¨ª arrojan un incremento en t¨¦rminos de recaudaci¨®n total, pues los efectos e la inflaci¨®n seguir¨¢n castigando a los contribuyentes.

La ley terminar¨¢ desde 1985 con la penalizaci¨®n que sufren 1.030.000 contribuyentes, de los cuales 850.000 s¨®lo obtienen rentas del trabajo, otros 140.000 suman a las del trabajo una segunda fuente de ingresos y 40.000 tienen ingresos tambi¨¦n por actividades empresariales o profesionales. Un 80% de los mismos ingresa al a?o menos de 2,5 millones de pesetas, y s¨®lo el 1,24%, m¨¢s de cinco millones. Entre las diversas formas para no castigar a la pareja, parece haber ganado terreno la de dividir por dos sus ingresos totales, aplicar la tarifa como si se tratara de uno solo y luego multiplicar otra vez por dos. En las desgravaciones, cuyo recorte ya ha contribuido en la presente campa?a a que muchos contribuyentes tengan que pagar por 1984 varias decenas de miles de pesetas m¨¢s, habr¨¢ otra sustancial reducci¨®n.