Reagan quiere evitar convertirse en un reh¨¦n de la situaci¨®n

La Casa Blanca teme que la crisis de los aproximadamente 40 norteamericanos secuestrados en Beirut se prolongue, pero Ronald Reagan est¨¢ decidido a no convertirse en un reh¨¦n de la situaci¨®n, como le ocurri¨® a su antecesor, Jimmy Carter, con la toma de la Embajada de EE UU en Teher¨¢n.En una conferencia de prensa televisada, Reagan manifest¨® anoche que Estados Unidos est¨¢ bajo el ataque de guerrilleros internacionales y anunci¨® medidas para prevenir la pirater¨ªa a¨¦rea. Repiti¨® que EE UU rehusa hacer concesiones a los terroristas.

En una dura declaraci¨®n sobre el secuestro del avi¨®n de la TWA, Reagan hizo recaer gran parte de culpa sobre Grecia por no haber establecido suficientes medidas de seguridad en el aeropuerto de Atenas. Termin¨® condenando a los secuestradores y declar¨® que no pactar¨ªa con ellos. "Una vez que comenz¨¢semos por ese camino no habr¨ªa fin para el rescate sangriento que las naciones civilizadas tendr¨ªan que pagar".

Con anterioridad a la rueda de prensa de Reagan, el portavoz presidencial, Larry Speakes, hab¨ªa manifestado: "Estamos haciendo un esfuerzo por no repetir la experiencia de Carter". La Administraci¨®n aument¨® ayer su presi¨®n sobre Israel para que libere a los 766 shi¨ªes que tiene en su poder, sin llegar a realizar una petici¨®n formal, que podr¨ªa hacer la Cruz Roja. Speakes afirm¨® que "esos shi¨ªes deben ser liberados" porque quiz¨¢ est¨¢n presos en violaci¨®n del derecho internacional.

[Los medios pol¨ªticos israel¨ªes creen, seg¨²n informa nuestro corresponsal V¨ªctor Cygielman, que se est¨¢n estudiando dos f¨®rmulas de negociaci¨®n: una es la liberaci¨®n de los rehenes a cambio de una promesa formal de Israel de dejar en libertad a los prisioneros shi¨ªes; la otra es la puesta de los pasajeros a disposici¨®n de la Cruz Roja a cambio de la misma promesa israel¨ª. Las dos propuestas son descartadas oficialmente en Te? Aviv. "Israel no est¨¢ implicado en este asunto. No mantenemos contactos con nadie", declar¨® ayer el primer ministro israel¨ª, Sim¨®n Peres.]

"Estamos siendo arrastrados a una lucha pol¨ªtica interna en L¨ªbano", seg¨²n David Aaron, subdirector del Consejo Nacional de Seguridad con Carter. "Esto ocurri¨® tambi¨¦n en Ir¨¢n. Tenemos que tener una extraordinaria paciencia y prepararnos para una situaci¨®n prolongada".

Reagan y sus colaboradores est¨¢n conduciendo la situaci¨®n con gran prudencia y evitando medidas de fuerza, a pesar de que el presidente prometi¨® en 1981 que la pol¨ªtica de su Gobierno contra el terrorismo consistir¨ªa en "represalias inmediatas y efectivas".

La reacci¨®n al secuestro durante los cinco primeros d¨ªas ha sido elogiada por el ex consejero de seguridad nacional de Carter y su principal asesor durante la crisis iran¨ª, Zbigniew Brzezinski, que ha sugerido, sin embargo, que se busque una soluci¨®n r¨¢pida y no se deje pudrir la situaci¨®n como ocurri¨® en los a?os 1979 y 1980. El Congreso, hasta el momento, est¨¢ callado y apoya a Reagan.

La opini¨®n p¨²blica se est¨¢ pronunciando continuamente a trav¨¦s de la televisi¨®n; incluso alguna cadena ha abierto l¨ªneas telef¨®nicas especiales para pulsar la opini¨®n de la calle. Son bastantes los que desear¨ªan ver acciones de castigo contra los terroristas, pero casi siempre despu¨¦s de que los secuestrados sean liberados. Henry Kissinger, el ex secretario de Estado de Nixon, tambi¨¦n se ha manifestado sobre el asunto y se declara partidario de continuar la v¨ªa del di¨¢logo para resolver la crisis. Pero en unas declaraciones a la cadena de televisi¨®n ABC, afirm¨® que cuando esto acabe Estados Unidos debe tomar represalias.