Fracasa la reuni¨®n sobre derechos humanos de los signatarios del Acta de Helsinki
La Conferencia sobre Derechos Humanos, de Ottawa, a la que han asistido los 35 pa¨ªses firmantes del Acta de Helsinki, ha concluido sin que los asistentes pudieran llegar a ning¨²n acuerdo. Al final, sovi¨¦ticos y norteamericanos se han atribuido la responsabilidad del fracaso de la reuni¨®n, primera enmarcada en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE) que concluye sin compromiso.
Por primera vez en la historia de la CSCE, los 35 signatarios del Acta de Helsinki -todos los pa¨ªses europeos (excepto Albania), Estados Unidos y Canad¨¢- no han podido llegar a un acuerdo sobre un documento final, con lo que al cabo de seis semanas de reuniones se separaron el lunes sin dejar ninguna declaraci¨®n oficial sobre los trabajos.Ya desde que comenz¨® la conferencia, el 7 de mayo, se le adivinaban escasas posibilidades de ¨¦xito a esta reuni¨®n. Algunas delegaciones occidentales comentaban en voz baja el "formidable potencial desestabilizador" que la cuesti¨®n representaba para los pa¨ªses del Este. El hecho en s¨ª de que la reuni¨®n se celebrara era ya un progreso, se comentaba entonces.
Ahora, a pesar del establecimiento de un cierto di¨¢logo, cada bloque arroja sobre el otro la responsabilidad del fracaso de una reuni¨®n considerada de antemano "importante y ¨²til".
El desacuerdo en materia de concepci¨®n de derechos humanos ha sido la clave del fracaso. Donde el Oeste hablaba de libertad de movimientos, de religi¨®n o de expresi¨®n, el Este respond¨ªa con paro, racismo y vivienda.
El delegado norteamericano, Richard Schifter, acus¨® a la URSS de dedicar s¨®lo palabras a los derechos humanos y de violarlos incluso cuando se estaba celebrando la conferencia. Schifter se hizo eco de los deseos de los occidentales y pidi¨® a Mosc¨² que considerara los derechos humanos como un medio para mejorar las relaciones internacionales. Los representantes occidentales se?alan que los pa¨ªses del Este rechazaron propuestas tales como la abolici¨®n del tratamiento psiqui¨¢trico a los presos pol¨ªticos o el conceder a organizaciones no gubernamentales un mayor papel en el seguimiento de los abusos sobre derechos humanos.
"El derecho a vivir en paz y libertad es el principal derecho humano", dijo el jefe de la delegaci¨®n sovi¨¦tica, Vsevolod Sofinski. "Esa es la primera l¨ªnea de combate por los derechos humanos". Para este representante, el desempleo y los restantes problemas econ¨®micos son violaciones de los derechos humanos que Estados Unidos se niega a considerar.
Sofinski bas¨® el rechazo sovi¨¦tico a la propuesta occidental de celebrar peri¨®dicamente reuniones en la complejidad y el diferente modo de considerar los derechos humanos por los diferentes pa¨ªses.
El encuentro de Ottawa, pues, no ha cumplido el mandato de establecer recomendaciones y conclusiones que le fuera encomendado por la Conferencia de Madrid. M¨¢s alla del fracaso de este reuni¨®n, queda entreabierta la puerta para futuras discusiones espec¨ªficas sobre derechos humanos cuyo alcance pudiera ser discutido en la conferencia general de Viena que se inaugurar¨¢ en noviembre de 1986. Antes, en abril y en Berna, habr¨¢ una reuni¨®n de expertos para tratar sobre el problema de la reuni¨®n de las familias separadas y del derecho a la emigraci¨®n de los jud¨ªos sovi¨¦ticos.
Este fracaso, en cualquier caso, hace planear algunas dudas sobre la eficacia del proceso generado por los acuerdos de Helsinki, cuyo d¨¦cimo aniversario se conmemorar¨¢ del 30 de julio al 1 de agosto en la capital finlandesa.
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