Los usuarios del 'metro' respondieron con paciencia a los dos paros de media hora

Los trabajadores del Metro de Madrid efectuaron ayer dos paros de media hora cada uno, semejantes a los que realizaron el pasado viernes, como modo de presi¨®n en la negociaci¨®n de su convenio colectivo y del plan de reestructuraci¨®n de este servicio. Los usuarios -a esas horas utilizan el servicio unas 85.000 personas- mostraron estar m¨¢s informados en esta ocasi¨®n que en la anterior, y en los minutos previos a la realizaci¨®n de los paros muchos dejaron de usar este transporte. Los que se vieron afectados por los cierres de taquillas o la detenci¨®n de trenes respondieron con paciencia.

El comit¨¦ de empresa, convocante de los paros y en el que es mayoritario Comisiones Obreras (CC OO), inform¨® que durante los dos paros todas las l¨ªneas hab¨ªan quedado paralizadas, con participaci¨®n del 90% de los trabajadores.La empresa, por su parte, asegur¨® que s¨®lo se detuvo un 40% de los veh¨ªculos en servicio en los momentos de los paros. Seg¨²n la empresa, tambi¨¦n puede cifrarse en un 40% la participaci¨®n de los trabajadores en la protesta. Tal como ocurriera el pasado viernes, UGT, central minoritaria en el comit¨¦ de empresa y contraria a los paros, ha sido m¨¢s dura que la empresa al hablar del fracaso de la convocatoria, que afirma han seguido s¨®lo el 30% de los trabajadores.

La situaci¨®n vivida por los viajeros del convoy que, alrededor de la una de la tarde, cubr¨ªa el trayecto Canillejas-Aluche, puede servir de ejemplo de lo ocurrido ayer. Hacia las 12,40, diez minutos antes del comienzo del primer paro de media hora, apenas ocho viajeros ocupaban uno de los vagones a su llegada a la estaci¨®n de Ciudad Lineal. Tan s¨®lo una mujer joven con su hijo subi¨® all¨ª. Antes de que la puerta se cerrara, la mujer pre gunt¨® al resto de los'viajeros: "?No parar¨¢ entre estaci¨®n y estaci¨®n?". Al recibir respuesta negativa, explic¨® al ni?o que "igual no llegamos a Acacias porque el tren se para antes".

Andenes vac¨ªos

El convoy lleg¨® a las estaciones de Pueblo Nuevo, Quintana, El Carmen y Ventas. En esta ¨²ltima una se?ora con un pan bajo el brazo y un joven con un m¨¦todo de solfeo entre las manos subieron al vag¨®n en el que viajaban la mujer y el ni?o. No baj¨® nadie. Eran ya las 12,50 horas, pero, sin embargo, el metro Canillejas-Aluche atraves¨®, haciendo sus correspondientes paradas, en las estaciones de N¨²?ez de Balboa, Rub¨¦n Dar¨ªo, Alonso Mart¨ªnez, Chueca, Gran V¨ªa y Callao. En todas ellas los andenes estaban casi vac¨ªos, se?al de que en las taquillas hab¨ªa comenzado el paro.La joven madre coment¨® que iba a conseguir su objetivo de llegar a Acacias. Fue como un gafe. El tren se detuvo en ¨®pera, abri¨® sus puertas y ya no las cerr¨®. En el and¨¦n s¨®lo esperaba un chico vestido con mono y con cubo y fregona a cuestas. Era la una en punto. El estudiante de solfeo dispar¨®: "Hasta aqu¨ª hemos llegado". Un sem¨¢foro en rojo imped¨ªa continuar.

Los vac¨ªos pasillos de la estaci¨®n de ?pera parec¨ªan m¨¢s fantasmales que nunca. En las escaleras de salida a la plaza, dos empleados disuad¨ªan a los que prerend¨ªan entrar diciendo: "Hasta la una y veinte, no se atiende". As¨ª fue, y entonces se form¨® una cola de hora punta.