Honorable galard¨®n
Como Zeus, transformado en lluvia dorada para fecundar a la cautiva D¨¢nae, un aluvi¨®n de medallas de oro han ca¨ªdo sobre el variopinto mundo de las bellas artes. Habr¨¢ quien opine que con el aumento en la circulaci¨®n del metal precioso quiz¨¢ se llegue a depreciar, pero es ¨¦sta una consideraci¨®n s¨®lo estrictamente v¨¢lida desde el punto de vista econ¨®mico, y, como se sabe, el valor de estas medallas de bellas artes refulge en aras del honor.Verdaderamente honorables son, sin duda, los artistas pl¨¢sticos distinguidos en esta ocasi¨®n por el Ministerio de Cultura, y, en no poca medida, habiendo acreditado todos ellos su respetabilidad, tanto por la calidad art¨ªstica de su obra como por su actitud ejemplar.
Entre los galardonados me congratula que se halle el escultor vasco Jorge Oteiza (Orio, 1908), rebelde hasta la: ra¨ªz y sin posible acomodo. Profeta inc¨®modo, perteneci¨® a esa incipiente vanguardia donostiarra que convirti¨® al San Sebasti¨¢n de antes de la guerra civil en uno de los centros art¨ªsticos m¨¢s din¨¢micos del pa¨ªs.
Tras un exilio de casi 15 a?os por Latinoam¨¦rica, regres¨¦ a su tierra natal en 1949, y desde entonces, tanto por su actividad puramente pl¨¢stica, que alcanz¨® un importante reconocimiento internacional (Mil¨¢n, Londres, Sao Paulo y otros), como por su labor de ide¨®logo y agitador, que le situ¨® en el centro de una vanguardia vasca renovada, Oteiza se convirti¨® en un s¨ªmbolo. Retirado en su caser¨ªo de Alzuza, basta una palabra o un gesto suyos para que todo se remueva.
Supervivientes
Ha estado muy bien, asimismo, el que se haya exaltado las trayectorias respectivas de ese otro par de supervivientes de la vanguardia hist¨®rica, los pintores Hernando Vi?es (Par¨ªs, 1904) y Ram¨®n Gaya (Murcia, 1910); el primero, uno de nuestros m¨¢s destacados representantes de lo que se ha dado en llamar la Escuela de Par¨ªs; mientras que el segundo, que es tambi¨¦n un excelente escritor, fue uno de los principales aniamadores del brillante n¨²cleo vanguardista de Murcia antes de la guerra y part¨ªcipe, durante el exilio americano, en empresas memorables como la de la revista Hora de Espa?a.
Roberto Matta (Santiago de Chile, 1911) y Rufino Tamayo (Oaxaca, M¨¦xico, 1899) no s¨®lo son dos de los artistas latinoamericanos m¨¢s importantes de este siglo, sino que se han destacado por su actitud c¨ªvica comprometida y generosa.
Universalmente famosos, considero particularmente significativo y oportuno que se les distinga en Espa?a, donde, incluso en los tiempos adversos de la dictadura, su vida y su obra sirvieron de ejemplo estimulante.
El m¨¢s joven
El escultor Mart¨ªn Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, 1925), el m¨¢s joven de los galardonados, tiene un apretado e importante curr¨ªculo art¨ªstico. Uno de los miembros fundadores de El Paso, su obra ha alcanzado una merecida proyecci¨®n internacional.
Mart¨ªn Chirino encabez¨®, como presidente, la actual renovaci¨®n del C¨ªrculo de Bellas Artes, de Madrid, y es tambi¨¦n vicepresidente del patronato del Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo.
Son seis grandes creadores contempor¨¢neos, cuya obra renovadora ha entrado ya en lugar destacado dentro de la historia del mejor arte contempor¨¢neo. Con ellos no cabe duda de que las medallas de oro de Bellas Artes reafirman su prestigio como condecoraci¨®n socialmente respetada.
Babelia
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