Intentos para desbloquear las malas relaciones comerciales entre Espa?a y Libia
La suspensi¨®n definitiva del acuerdo firmado el pasado mes de marzo entre Espa?a y Libia para normalizar las relaciones comerciales entre los dos pa¨ªses, pr¨¢cticamente asumida por la Administraci¨®n espa?ola, ha quedado moment¨¢neamente detenida, pese a que a oficialmente su puesta en pr¨¢ctica caduc¨® el pasado 18 de junio. La moratoria se debe a que la compa?¨ªa estatal de petr¨®leo Brega remiti¨® el pasado jueves un t¨¦lex a Hispanoil proponiendo una reuni¨®n, a celebrar ma?ana en Atenas.
Precisamente ¨¦ste t¨¦lex constitu¨ªa la respuesta que Hispanoil estaba esperando -y que, ante el retraso, llev¨® a la empresa p¨²blica espa?ola a proponer el abandono de las negociaciones- desde hace meses a sus propuestas para llegar a un acuerdo en el precio para la importaci¨®n de 30.000 barriles de petr¨®leo al d¨ªa. Este volumen de importaciones constitu¨ªa el centro del acuerdo comercial firmado entre los dos pa¨ªses, ya que el 40% de aqu¨¦llas estaba destinado a pagar las deudas contra¨ªdas por el Gobierno libio con las empresas constructoras espa?olas.De todas formas, esta respuesta libia ha sido acogida con cierta frialdad por la Administraci¨®n espa?ola, pues, aunque supone un paso para desbloquear la situaci¨®n, se tiene poca confianza en que se pueda llegar a alcanzar alg¨²n tipo de acuerdo.
La raz¨®n de esta susceptibilidad es, b¨¢sicamente, que la reuni¨®n a celebrar en Atenas es anterior a la que van a celebrar los pa¨ªses productores de petr¨®leo. Las diferencias entre Libia y Espa?a se concretan b¨¢sicamente en una cuesti¨®n de precios (el desfase entre lo que piden los libios y lo que est¨¢ dispuesto a aceptar el Gobierno espa?ol es de 4,5 d¨®lares por barril), y los resultados de la reuni¨®n de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP) pueden aumentar todav¨ªa m¨¢s esas diferencias, ya que todo parece indicar que los pa¨ªses productores pueden llegar a proponer un descenso del precio de los crudos.
Otra de las diferencias que separan las posturas de los dos pa¨ªses consiste en que Libia est¨¢ empe?ada en que la parte de las importaciones -el 40%- que se destina a amortizar las deudas de las empresas constructoras se pague al precio oficial fijado por ellos, algo que no se ajusta a las pretensiones espa?olas. La Secretar¨ªa de Estado de Comercio est¨¢ dispuesta a "desplegar nuestros buenos oficios, a incluir estas cantidades dentro de la cuota de comercio, pero en ning¨²n caso a que la operaci¨®n le cueste dinero al Estado".
Presiones de constructores
Los constructores siguen presionando a Comercio, ya que un nuevo fracaso en estas negociaciones les pondr¨ªa en una compleja situaci¨®n para poder cobrar. Las deudas reconocidas por Libia a los constructores se elevan a unos 9.600 millones, mientras que las que reclaman los propios afectados alcanzan los 14.000 millones de pesetas. Un fracaso en la pr¨®xima reuni¨®n de Atenas obligar¨ªa a los constructores a cobrar en petr¨®leo, al precio libio, y a vender en el mercado spot, con las consiguientes p¨¦rdidas.La queja de los constructores, adem¨¢s del l¨®gico malestar por las p¨¦rdidas que les ocasionar¨ªa este sistema, es que "los libios, mientras ha estado abierto este acuerdo, han suspendido todo embarque, con lo que las deudas siguen en aumento y no hay manera de cobrarlas". Los constructores llegaron a negociar con la Administraci¨®n un sistema para absorber parte de los extracostes que se produjeran como consecuencia de la negociaci¨®n, y el fracaso que est¨¢ suponiendo un des¨¢nimo adicional-. Adem¨¢s de la deuda con los constructores, existe otro problema en el calzado, que se encuentran bloqueadas desde hace meses, afectando a operaciones por 7.500 millones de pesetas.
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