Gabriel Ferr¨¢n

ANDR?S ORTEGA, Gabriel Ferr¨¢n, de 53 a?os de edad, embajador espa?ol ante la CEE, fue el cuarto firmante por parte espa?ola, detr¨¢s de Felipe Gonz¨¢lez, Fernando Mor¨¢n y Manuel Mar¨ªn, del tratado de adhesi¨®n de Espa?a a la Comunidad. Ligado durante 14 a?os a las relaciones entre Espa?a y la CEE, es probable que Ferr¨¢n contin¨²e en su puesto por el momento y que el 1 de enero de 1986 se convierta en el primer representante permanente de Espa?a en el Consejo de Ministros de la CEE.

Siempre que Gabriel Ferr¨¢n, entonces simple consejero, entraba en el despacho del embajador ante la CEE, Raimundo Bassols, acariciaba una estatuilla de S¨ªsifo y su roca que su superior ten¨ªa sobre la mesa. "Es el s¨ªmbolo exacto de lo que es la CEE", explica Ferr¨¢n, "cuando crees haber logrado algo, pues resulta que no es as¨ª, y cuando crees cerrado un tema, resulta que faltan los detalles, y se vuelve a abrir".Han sido 14 largos a?os al servicio del ingreso de Espa?a en la CEE. Gabriel Ferr¨¢n Alfaro, naci¨® en Teruel un 5 de junio de 1932. Y el 5 de junio es una fecha que recordar¨¢, pues fue ese d¨ªa, en 1981, cuando recibi¨® el nombramiento de embajador cerca de la CEE. El ¨²ltimo cumplea?os lo pas¨® negociando los dichosos flecos.

Pero un 5 de junio, de 1980, fue tambi¨¦n cuando, desayunando en Madrid, Calvo Sotelo le llam¨® para anunciarle el par¨®n decretado por el presidente franc¨¦s Giscard d'Estaing en las negociaciones de adhesi¨®n, uno de los momentos m¨¢s dif¨ªciles del largo proceso.

Hijo de hombre de negocios, estudi¨® en Valencia y Canarias, pas¨® por varios puestos antes de caer a partir de 1971 en las garras de los temas comunitarios, que ya no le soltar¨ªan, en puestos en Bruselas o en Madrid.

Ferr¨¢n habla de esa "negociaci¨®n perpetua, muy dura, que empez¨® entonces" con la renegociaci¨®n del acuerdo hispano-comunitario de 1970. Tras la muerte de Franco, se crea una nueva situaci¨®n, primero con el anuncio y luego, en 1977, con la candidatura espa?ola formal a la CEE.

El cierre de varios cap¨ªtulos en marzo de 1982 "nos dio mucha moral". Pero luego lleg¨® la crisis presupuestaria de la CEE, el "inventario" sobre la adhesi¨®n de Espa?a, "y todo se complic¨® de nuevo". El secreto del desbloqueo para Ferr¨¢n est¨¢ en la nueva relaci¨®n que se logr¨® con Francia, a partir de 1983.

Naturalmente, le hizo ilusi¨®n firmar "y lo agradec¨ª". Despu¨¦s de todo, los embajadores de los diez firmaban tambi¨¦n. ?Y en qu¨¦ pensaba en ese momento a las 20.53 del 1,2 de junio en la Sala de Columnas del Palacio de Oriente al sacar su pluma? "Para mi fue m¨¢s emocionante la final de marzo", explica, "por el ambiente que hab¨ªa".

Ferr¨¢n, el funcionario, dice tener "un cierto sentido de la responsabilidad". Sus colaboradores dicen que es quiz¨¢ excesivamente meticuloso. ?l no lo piensa as¨ª. "Soy bastante r¨¢pido, en general", dice, "descentralizo mucho, hay cosas que no sigo en detalles pues ser¨ªa absurdo". Y a?ade: "Me rio de la gente", cuando la conoce, por supuesto. Ferr¨¢n insiste en que "me molesta que se pierdan las formas (como las f¨®rmulas de cortes¨ªa en los documentos). Las tradiciones son importantes. S¨ª hay que hacer algo hag¨¢moslo bien".

Casado con Mar¨ªa Dolores Carri¨®n, Ferr¨¢n tiene tres hijos: Gabriel, Inmaculada e Isabel, entre 24 y 18 a?os de edad. No tiene la impresi¨®n de que ninguno le siga en su carrera.