La vista oral sobre la muerte del 'grapo' Mart¨ªn Luna arroja mas confusi¨®n sobre el caso
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La vista oral del proceso que se sigue contra tres inspectores del Cuerpo Superior de Polic¨ªa de Barcelona, David Le¨®n, ?ngel Adame y Valent¨ªn Mart¨ªn, por un supuesto delito de homicidio en la persona del dirigente de los GRAPO, Juan Mart¨ªn Luna, ocurrida la ma?ana del 5 de diciembre de 1982, no s¨®lo no aclar¨® lo sucedido el d¨ªa de autos, sino que arroj¨® a¨²n m¨¢s confusi¨®n. A lo largo de la vista, que se prolong¨® hasta las 21.30, predominaron las frases de "no recuerdo" y "no me consta". Tanto el fiscal como la defensa pidieron la libre absoluci¨®n, mientras que la acusaci¨®n particular mantuvo que se hab¨ªa producido un homicidio.
El juicio dej¨® claro que el d¨ªa de autos nueve o diez polic¨ªas de la Brigada de Informaci¨®n del Cuerpo Superior de Polic¨ªa de Barcelona montaron una operaci¨®n especial de m¨¢xima seguridad en la calle de Cartagena esquina con la de Valencia para detener a un alto dirigente de los GRAPO sometido a vigilancia.Los tres acusados declararon que cuando aquella ma?ana dieron el alto a Mart¨ªn Luna, ¨¦ste sac¨® con su mano derecha una pistola y dispar¨® contra ellos, inici¨¢ndose un tiroteo a una distancia de algo m¨¢s de dos metros que no alcanz¨® a ninguno de los agentes y s¨ª en cambio al agresor, que recibi¨® 7 impactos de bala, cuatro de ellos en el pecho y uno mortal de necesidad, pues le atraves¨® el coraz¨®n por los dos lados. Los acusados declararon que en aqu¨¦l momento creyeron que Mart¨ªn Luna no estaba muerto, por lo que lo trasladaron al hospital despu¨¦s de llamar por tel¨¦fono a Jefatura para que enviara un veh¨ªculo.
La acusaci¨®n particular, a cargo de Ignasi Do?ate, trat¨® de arrancar a los acusados y polic¨ªas testigos la afirmaci¨®n de que Mart¨ªn Luna estaba muerto cuando lo trasladaron, pero no lo consigui¨®. El detalle ten¨ªa suma importancia, pues de admitir que estuviera muerto, hubieran tenido que explicar por qu¨¦ no hab¨ªan avisado al juez de guardia para que levantara el cad¨¢ver. Al no intervenir el juez, no existen fotograf¨ªas de c¨®mo qued¨® la v¨ªctima, ni otras pruebas, por lo que la ¨²nica versi¨®n que queda es la de los propios acusados y sus compa?eros de operaci¨®n, en cuyas declaraciones se basaron los abogados defensores, Gonzalo Quintero y Francesc Jofresa, para sostener que hubo leg¨ªtima defensa.
Por otra parte, la principal prueba pericial aportada al juicio, la de bal¨ªstica, era un informe efectuado por t¨¦cnicos de la propia Jefatura de Polic¨ªa sobre la pistola que supuestamente utiliz¨® Mart¨ªn Luna y sobre dos casquillos que, seg¨²n los acusados, hab¨ªa encontrado en el lugar uno de los polic¨ªas. Pero ninguna de las dos pruebas pudo aportarse a la vista oral porque han desaparecido. Seg¨²n declar¨® en el juicio el que entonces era comisario-jefe del grupo de Investigaci¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Escudero, la pistola y los casquillos hab¨ªan sido enviados a Madrid para su an¨¢lisis. No aclar¨®, sin embargo, por qu¨¦ no hab¨ªa entregado estas pruebas al juez, como es legalmente preceptivo, si cuando se enviaron a Madrid ya se hab¨ªan iniciado las diligencias.
La existencia de estos casquillos y la identidad del polic¨ªa que los recogi¨® no fue mencionada por uno de los acusados en sus declaraciones al juez, aunque lo sab¨ªa, seg¨²n dijo ayer, "para no entremezclar a un compa?ero m¨¢s".
La versi¨®n de los acusados no qued¨® nada clara, a pesar del esfuerzo del presidente del tribunal, por las continuas vaguedades y frecuentes contradicciones en que incurrieron. El fiscal justific¨® las contradicciones indicando que, en un hecho tan lejano, "es posible que los recuerdos no coincidan".
Tampoco la acusaci¨®n particular pudo probar n¨ªtidamente sus postulados. Sostuvo que Mart¨ªn Luna era zurdo, que, por tanto, dif¨ªcilmente pod¨ªa haber disparado con la derecha, y que los acusados dispararon repetidamente sobre ¨¦l para asegurar el resultado. Tras un largo interrogatorio, s¨®lo obtuvo de los m¨¦dicos forenses que al menos uno de los disparos pudo haber sido recibido por la v¨ªctima cuando ya se encontraba en el suelo.
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