Nahle vs. Yunes, ?cambio de se?al o rivalidades jarochas?
Independientemente de la raz¨®n de fondo tras la protesta de la gobernadora de Veracruz, las consecuencias ser¨¢n saludables

El duro cuestionamiento de la gobernadora de Veracruz, Roc¨ªo Nahle, a la incorporaci¨®n oficial de Miguel ?ngel Yunes a Morena puede ser le¨ªdo de distintas formas. A) Como una lucha de dos poderosos grupos pol¨ªticos rivales por el control actual y futuro de aquel Estado; b) como una reacci¨®n personal de la gobernadora a una familia que no ahorr¨® insultos y campa?as sucias en contra de ella; c) como el signo saludable de que dentro de Morena comenzar¨¢n a aceptarse discusiones p¨²blicas entre distintos puntos de vista, algo que poco o nunca suced¨ªa en el pasado; d) como el primer paso de parte del ¡°bast¨®n de mando¡±, Claudia Sheinbaum, para que su movimiento ponga l¨ªmites a la estrategia seguida, hasta ahora, de optar por la conveniencia pol¨ªtica por encima de consideraciones ¨¦ticas. Y no se descarta, desde luego, que sea una mezcla de varias o de todas las anteriores interpretaciones.
Que el senador Yunes es una figura que da?a la imagen de Morena est¨¢ fuera de duda. Pertenece a una familia originalmente de militancia priista de Veracruz, a la que la necesidad pol¨ªtica llev¨® a migrar de un partido a otro, pero que hasta hace algunos meses se hab¨ªa caracterizado por su antilopezobradorismo. Todav¨ªa en septiembre del a?o pasado varios de sus miembros cargaban con procesos penales o averiguaciones por esc¨¢ndalos previos, mismos que casualmente desaparecieron, tras la determinaci¨®n del senador panista de otorgar el voto decisivo que permiti¨® a Morena la aprobaci¨®n constitucional de la reforma judicial. Todo indicaba que la aparente negociaci¨®n hab¨ªa quedado saldada con la soluci¨®n de sus problemas judiciales, pero su reciente designaci¨®n como presidente de la Comisi¨®n de Hacienda del Senado tom¨® por sorpresa a muchos y provoc¨® indignaci¨®n en las filas del movimiento. Una cosa era una negociaci¨®n forzada para obtener un voto de desempate hace cinco meses y otra distinta encumbrar a un exrival con imagen de impresentable y convertirlo en dirigente y operador pol¨ªtico de primer orden. Su acreditaci¨®n como miembro de Morena dio el pretexto a la gobernadora Nahle para hacer un extra?amiento pol¨ªtico.
Antes de regresar a Nahle e independientemente de sus motivaciones, habr¨ªa que hacer una observaci¨®n sobre los dos argumentos que podr¨ªan haber conducido a este pol¨¦mico nombramiento. Ambos hablan p¨¦simo de la conducci¨®n pol¨ªtica de Morena en las C¨¢maras. Si entregarle tan poderosa comisi¨®n a Yunes forma parte de la negociaci¨®n para mantenerlo alineado con Morena, tendr¨ªamos que concluir que los chamaque¨®; porque por donde se vea se trata de un precio demasiado alto, considerando adem¨¢s que hoy la fuerza del partido gobernante es mayor, su potencial para conseguir un voto adicional es enorme ni corre la prisa que en aquel momento exist¨ªa, horas antes de la decisi¨®n definitiva. Y tampoco es que se necesite la fuerza pol¨ªtica de los Yunes para conquistar un Estado, pues en Veracruz ya gobierna Morena. Es decir, incluso desde la l¨®gica del realismo pol¨ªtico o de la noci¨®n de un ¡°mal necesario¡± se trata de un premio absolutamente desproporcionado. Y la segunda hip¨®tesis ser¨ªa a¨²n peor. Pactos de contubernio entre quienes toman las decisiones de Morena en las c¨¢maras y un grupo pol¨ªtico veracruzano caracterizado por sus malas pr¨¢cticas.
Lo anterior llevar¨ªa a cuestionar la premisa que sostiene a Ad¨¢n Augusto L¨®pez y a Ricardo Monreal como coordinadores de las mayor¨ªas en la C¨¢mara de senadores y en la de diputados, respectivamente. Se supone que los exrivales de Claudia Sheinbaum est¨¢n all¨ª porque son operadores pol¨ªticos con la experiencia para asegurar los pactos, las alianzas y, en su momento, la aprobaci¨®n de las leyes que requiere la 4T. Pero francamente su operaci¨®n deja mucho que desear, considerando las amplias mayor¨ªas con las que cuenta el movimiento y el p¨¦simo r¨¦cord que ostentan en cinco meses. Groseros intentos de madruguete, desplantes e incongruencias, procedimientos ilegales que obligan a la reposici¨®n de procesos, esc¨¢ndalos, acuerdos pol¨ªticos mal armados y demasiado costosos, como el de Yunes.
Lo cual nos regresa a la protesta de Nahle. Independientemente de la raz¨®n de fondo para su intervenci¨®n, las consecuencias ser¨¢n saludables. Incluso si se trata de una motivaci¨®n meramente personal o de rivalidades veracruzanas, es ¨²til comenzar a discutir los l¨ªmites que tendr¨ªa que establecer Morena entre la conveniencia pol¨ªtica y la congruencia ¨¦tica. Si bien en pol¨ªtica es inevitable buscar un equilibrio entre los principios y la eficacia, como dijo L¨®pez Obrador, hay muchos casos que llevar¨ªan a pensar que en estos a?os la 4T ha privilegiado la necesidad pol¨ªtica y la lealtad partidista por encima de la capacidad y la honestidad. De otra manera no se entiende el reclutamiento de tr¨¢nsfugas cuestionables, la alianza con los juniors del Verde, con los Cuauht¨¦moc Blanco o con los Pedro Haces, por mencionar algunos.
Pero es much¨ªsimo m¨¢s interesante si el posicionamiento de Roc¨ªo Nahle goz¨® de la venia de Palacio Nacional. Imposible saberlo y cualquier consideraci¨®n en ese sentido ser¨ªa una mera especulaci¨®n. La gobernadora pudo haber lanzado su impugnaci¨®n directamente de su ronco pecho, pero considerando las reglas del juego que exist¨ªan y la estrecha cercan¨ªa que mantiene con la presidenta, no es descartable alguna forma de consulta previa. En tal caso, ser¨ªa una h¨¢bil estrategia de la dirigente m¨¢xima del movimiento para hacer un llamado de atenci¨®n a los excesos de estos coordinadores.
En todo caso, el registro como miembro del partido es lo de menos, aunque sea un acto simb¨®lico importante; lo pol¨ªticamente grave es su designaci¨®n como operador pol¨ªtico clave en la C¨¢mara.
El desenlace de este affair podr¨ªa ser cualquiera. Formalmente la papa caliente queda en manos de Luisa Mar¨ªa Alcalde y de Andr¨¦s L¨®pez Beltr¨¢n, dirigentes de Morena, que tendr¨¢n que darle cabida a la protesta de Nahle y correr con los procedimientos jur¨ªdicos de ¡°honor y honestidad¡± contemplados por el partido. Depender¨¢ de las pruebas que la gobernadora pueda presentar. Pero tendr¨ªa que quedarnos claro que el pulso entre fuerzas internas no es con ellos sino con Ad¨¢n Augusto L¨®pez, convertido en padrino de Yunes, y Monreal. Dos lobos que juegan a ampliar su agenda personal con el pretexto de que es la ¨²nica manera de conseguir los deseos presidenciales de una ley contra el nepotismo y la reelecci¨®n. La congruencia con las convicciones tiene un costo, en un sentido u otro. A ver cu¨¢l se impone. En el fondo Yunes es lo de menos, aunque sea el pretexto para discutirlo.
@jorgezepedap
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