Canarias, algo m¨¢s que una hora de diferencia
El rechazo al tratado con la CEE evidencia la fragmentaci¨®n de la sociedad canaria
El Congreso de los Diputados ratific¨® por unanimidad el pasado jueves el estatuto de adhesi¨®n de Canarias a la Comunidad Econ¨®mica Europea. La aprobaci¨®n se produjo cuatro d¨ªas despu¨¦s de que el Parlamento canario hubiese rechazado por mayor¨ªa el citado estatuto de adhesi¨®n, al aliarse todas las fuerzas representadas (desde la derecha de Fraga a los independentistas) frente a la minor¨ªa mayoritaria del PSOE. Las peculiaridades de esta comunidad aut¨®noma -la ¨²nica con derecho a pronunciarse sobre esta materia, de acuerdo con lo previsto en la disposici¨®n adicional tercera de la Constituci¨®n y en el art¨ªculo 45 de su estatuto de autonom¨ªa- y la falta de consideraci¨®n por parte del Congreso a la moci¨®n aprobada por el Parlamento regional han provocado una gran conmoci¨®n en las islas y han introducido un elemento m¨¢s de desestabilizaci¨®n en una sociedad profundamente desvertebrada.La desautorizaci¨®n que de hecho se ha producido por parte del Congreso al Parlamento canario en este tema plantea, en primer lugar, una cuesti¨®n de constitucionalidad. Izquierda Nacionalista Canaria ha anunciado ya la presentaci¨®n de un recurso de inconstitucionalidad por estimar que la moci¨®n del Parlamento regional es vinculante para el Estado. Esta interpretaci¨®n, discutida ahora por muchas de las fuerzas que se aliaron en la votaci¨®n contraria al texto de integraci¨®n en la CEE, figuraba textualmente ("expresamos nuestra convicci¨®n (le que estamos ante un informe (de car¨¢cter vinculante") en la moci¨®n aprobada. La postura de los partidos de ¨¢mbito estatal en Canarias (Alianza Popular, PDP, CDS y PCE) se ha tornado en extremadamente inc¨®moda a partir de estos hechos.
El actual conflicto de soberan¨ªa entre parlamentos y el pronunciamiento mayoritario de la C¨¢mara canaria contra el texto de adhesi¨®n resulta dificil de entender desde Madrid o Bruselas, a la vista de las condiciones globales concedidas por la CEE a este archipi¨¦lago.
Claves para un conflicto
De las tres opciones barajadas para Canarias (integraci¨®n plena, estatuto especial o r¨¦gimen de tercer pa¨ªs con acuerdos especiales), el Parlamento de esta comunidad se pronunci¨® el 1 de diciembre pasado por la opci¨®n segunda: quedar fuera de la Uni¨®n Aduanera y de la pol¨ªtica agr¨ªcola comunitaria, no aplicaci¨®n del impuesto sobre el valor a?adido, zona de libre comercio en doble sentido entre la CEE ampliada y Canarias, una soluci¨®n aceptable para la industria tabaquera y posibilidad de alg¨²n arancel propio o tarifa puntual para proteger coyunturalmente alguna producci¨®n de inter¨¦s estrat¨¦gico. El Gobierno espa?ol asumi¨® esta posici¨®n del Parlamento regional y la defendi¨® en las negociaciones de Bruselas. La CEE, seg¨²n el consejero de Econom¨ªa del Gobierno canario, Rafael Molina Petit, concedi¨® todo lo solicitado por Canarias, a excepci¨®n del libre acceso de productos agr¨ªcolas y pesqueros a la CEE, que queda sometido a precios de referencia y contingentes para algunos productos.
Desde la ¨®ptica de la CEE, el acuerdo es muy generoso para Canarias, mucho m¨¢s que el tratamiento dispensado a otras regiones espa?olas. Y ello ha sido posible al aceptar las tesis espa?olas de las especiales caracter¨ªsticas de Canarias, zona de importancia geoestrat¨¦gica muy alejada del continente europeo y con una econom¨ªa muy d¨¦bil (el 0,3% del producto interior bruto de la CEE) que no plantea problemas serios a las producciones comunitarias. La preocupaci¨®n de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Francia y el Reino Unido por mantener la estabilidad pol¨ªtica y econ¨®mica en esta zona ha sido decisiva para la concesi¨®n de este trato privilegiado a Canarias. La opci¨®n primera, la integraci¨®n plena, habr¨ªa hundido el comercio y el turismo canario al provocar incrementos de precios del orden de 20 puntos y poner fin al r¨¦gimen de puertos francos.
?Qu¨¦ ha ocurrido para que, a pesar de la bondad de este estatuto, se hayan producido manifestac¨ªones multitudinarias en Gran Canaria y Tenerife contra las condiciones de adhesi¨®n y para que el Parlamento regional se haya pronunciado en contra? La respuesta que parece acercarse m¨¢s a la realidad, despu¨¦s de consultar a diferentes sectores econ¨®micos y pol¨ªticos de las islas, es que el estatuto concedido a Canarias, siendo muy bueno a nivel econ¨®mico para el archipielago, en cifras globales, va a provocar tambi¨¦n la recesi¨®n o el hundimiento de actividades de escasa viabilidad econ¨®mica, pero de alto inter¨¦s social. La agricultura supone s¨®lo el 8,5% del producto interior bruto (PIB) de Canarias (frente al 70% del sector servicios o el 21 % de la industria y la construcci¨®n), pero da empleo al 16% de la poblaci¨®n activa. La escasa participaci¨®n de la agricultura en el PIB y el elevado volumen de mano de obra que absorbe pone en evidencia la escasa rentabilidad y viabilidad de esta actividad en Canarias, independientemente de la adhesi¨®n o no a la CEE.
El 's¨ªndrome Almer¨ªa'
No obstante, la agricultura canaria afectada por los precios de referencia (precios m¨ªnimos temporales que impone la CEE para la entrada de determinados productos en su mercado) se circunscribe al tomate, el pepino, las berenjenas y los calabacines (la denominada agricultura de exportaci¨®n, que representa el 4,5% del PIB canario). El pl¨¢tano, en principio, conserva el mercado peninsular durante la etapa transitoria, y muy probablemente, mediante mecanismos indirectos como hacen otros pa¨ªses, pueda asegurarse definitivamente el mismo.
El problema, pues, se plantea con mayor gravedad en los cuatro productos citados, que pueden verse desplazados de sus mercados europeos tradicionales mediante tasas compensatorias que los hagan no competitivos. La aceptaci¨®n de estos productos canarios en los mercados europeos se ha debido, fundamentalmente, a su estacionalidad. No ten¨ªan competencia. Desde hace unos a?os, el sureste espa?ol, Almer¨ªa especialmente, compite con Canarias en producciones tempranas de estos productos, y ¨¦ste s¨ª es un problema para los agricultores canarios. Hasta ahora los cultivadores de la Pen¨ªnsula y los del archipi¨¦lago se pon¨ªan de acuerdo para coordinar y combinar sus exportaciones y no hundir los precios en el mercado europeo. Pero a partir de la entrada en la CEE, Almer¨ªa est¨¢ dentro de la pol¨ªtica agraria de la CEE, sin precios de referencia ni contingentes, y Canarias no.
El actual calendario de precios de referencia de la Comunidad Econ¨®mica Europea, a la vista de las estad¨ªsticas de exportaci¨®n de los tres ¨²ltimos ejercicios, s¨®lo afectar¨ªa al 30% o 40% de las ventas canarias de estos productos al Mercado Com¨²n. Pero existe el temor de que los competidores almerienses arranquen a la CEE una ampliaci¨®n de la vigencia de estos precios referenciados para hacerse con la cota de mercado del archipi¨¦lago.
Desde un punto de vista estrictamente econ¨®mico, estas medidas de la CEE lo ¨²nico que deber¨ªan producir es la desaparici¨®n de unas actividades poco viables y la aceleraci¨®n de una profunda reconversi¨®n agr¨ªcola en Canarias. La realidad, sin embargo, es menos as¨¦ptica y acad¨¦mica. Tres o cuatro islas del archipi¨¦lago viven casi exclusivamente de estos cultivos o de las conservas de pescado. El grado de salinidad de las aguas y el analfabetismo generalizado de la mano de obra del sector hacen casi imposible reconvertir a corto plazo estas actividades o sustituir producciones. Son peque?os Saguntos tercermundistas rodeados de agua, aislados del resto del archipi¨¦lago, encerrados en s¨ª mismos, que dif¨ªcilmente van a poder subsistir de otra cosa que no sea la agricultura. A la falta de infraestructura sanitaria, escolar, de servicios, se a?ade as¨ª la posible p¨¦rdida del ¨²nico medio de subsistencia que poseen. El problema desde una perspectiva estad¨ªstica es m¨ªnimo, ya que son islas poco pobladas cuyo desempleo engrosar¨ªa m¨ªnimamente, en t¨¦rminos relativos, las cifras muy elevadas de paro que padece el archipi¨¦lago; pero el problema social y humano, e incluso poblacional, que puede plantearse es dram¨¢tico.
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