Los expertos que los abusos son evitables

Joaqu¨ªn Nebreda, asesor jur¨ªdico de Iberduero y uno de los negociadores del caso Getafe, reconoce que en el caso de la energ¨ªa reactiva se trata de un error en la aplicaci¨®n de un baremo "complicad¨ªsimo". Sin embargo, rechaz¨® la tesis que el Ayuntamiento de Getafe ha mantenido respecto a la tasa de utilizaci¨®n del terreno p¨²blico. El Ayuntamiento sostiene, e Iberduero acept¨® inicialmente, que la tasa del 1,5% debe calcularse sobre el total de la facturaci¨®n bruta de la compa?¨ªa en cada municipio. Iberduero considera ahora que debe calcularse s¨®lo sobre la facturaci¨®n producida por la parte de la red cuyos cables ocupan espacio p¨²blico en vuelo, suelo o subsuelo."Iberduero", explic¨® Nebreda, "acept¨® llegar a un acuerdo porque as¨ª consegu¨ªa cobrar las deudas que manten¨ªan los Ayuntamientos con la empresa". Nebreda afirma que se han realizado prospecciones en otras provincias "y no se han detectado errores similares alos de la zona sur de Madrid".

Pese a ello, los responsables del Ayuntamiento de Getafe han contabilizado m¨¢s de un centenar de consultas de corporaciones de diversos municipios, que se han interesado por los detalles de la negociaci¨®n y en qu¨¦ consisten los errores. La aplicaci¨®n indebida del baremo aplicado al consumo de energ¨ªa reactiva puede afectar, seg¨²n especialistas en la materia, a numerosos abonados, principalmente comunidades de vecinos y establecimientos comerciales y de hosteler¨ªa, incluso aunque tengan contratado el suministro con compa?¨ªas distintas a Iberduero. Nebreda, por su parte, estima que el problema est¨¢ pr¨¢cticamente resuelto desde que en octubre de 1983 el cobro de este tipo de energ¨ªa qued¨® limitado a los contratos de m¨¢s de 15 kilovatios, potencia ¨¦sta poco usual.

El baremo que se aplica para la energ¨ªa reactiva, que figura en el recibo de la luz bajo el ep¨ªgrafe react, tiene en cuenta dos variables: la potencia contratada y el porcentaje de aparatos que existen en la comunidad o local que consumen este tipo de energ¨ªa, como pueden ser ascensores, c¨¢maras fr¨ªgor¨ªficas, cafeteras o motores. A cada nivel de potencia se pueden aplicar diferentes porcentajes de recargo, en funci¨®n del n¨²mero de aparatos. La pr¨¢ctica m¨¢s frecuente de las compa?¨ªas, seg¨²n explica Manuel Pereira, profesor de Electricidad, es considerar que los abonados tienen el porcentaje mayor de aparatos que consumen energ¨ªa reactiva y aplicar, por tanto, una tarifa muy elevada.

Para evitar esta situaci¨®n Pereira suguiere a los abonados dos opciones. La mejor, instalar un contador especial para medir el consumo real de energ¨ªa reactiva. El precio es de unas 13.000 pesetas. La segunda opci¨®n es avisar a un instalador autorizado para que certifique los receptores de energ¨ªa reactiva realmente existentes. As¨ª, se puede presentar un informe detallado en el momento de realizar la contrataci¨®n o la reclamaci¨®n ante las compa?¨ªas el¨¦ctricas.