Getafe gana la batalla del recibo de la luz

Los vecinos, la Asociaci¨®n de Consumidores y Usuarios y el Ayuntamiento de Getafe han ganado una batalla que durante muchos a?os se consider¨® imposible en Espa?a. No s¨®lo han llegado a comprender el significado exacto de los recibos de las compa?¨ªas el¨¦ctricas, sino que al cabo de cuatro a?os de reclamaciones y negociaci¨®n han conseguido la devoluci¨®n de cantidades cobradas indebidamente y el pago de impuestos municipales que se abonaban de forma incorrecta. Hasta el momento, el empe?o de los vecinos y la corporaci¨®n de Getafe en desentra?ar el recibo de la luz ha obligado a Iberduero a un desembolso de m¨¢s de 2.100 millones de pesetas.

La subida indebida de la tarifa por el alquiler de los contadores y limitadores de potencia fue el detonante de una serie de estudios realizados por el Ayuntamiento de Getafe, que han desembocado en la reclamaci¨®n de cantidades, a Iberduero por varios conceptos, incluidas irregularidades en el cobro de la energ¨ªa reactiva, que afecta a comunidades de vecinos y establecimientos comerciales, y atrasos en el pago de la tasa municipal por utilizaci¨®n del espacio p¨²blico para la red de distribuci¨®n el¨¦ctrica.Todo arranc¨® cuando ?ngel Fern¨¢ndez y Pedro Panadero, dos vecinos de Getafe, iniciaron en el verano de 1981 una interminable serie de reclamaciones ante Iberduero. Apelaron tambi¨¦n al Ministerio de Industria y Energ¨ªa para que se les devolviera el dinero que la compa?¨ªa les hab¨ªa cobrado por el incremento irregular del alquiler de sus aparatos contadores y limitadores de potencia. Su gesto iba a desencadenar una campa?a de. investigaci¨®n generalizada. Getafe es una localidad del ¨¢rea metropolitana de Madrid con m¨¢s de 125.000 habitantes, 46.870 abonados a Iberduero, y un 30% de parados.

Los dos vecinos de Getafe descubrieron, por separado, en agosto de 1981, un incremento inusual del alquiler de los contadores y limitadores, que pas¨® de 23,40 a 94 pesetas. Iberduero justific¨® la subida argumentando que se trataba de contadores especiales, de mejor calidad, a los que se aplicaba una tarifa distinta. En el mes de diciembre de 1982 la constancia de Panadero y Fern¨¢ndez dio sus frutos. El Ministerio de Industria y Energ¨ªa oblig¨® a la compa?¨ªa a devolverles algo m¨¢s de 1.200 pesetas a cada uno porque la subida no hab¨ªa sido autorizada y la compa?¨ªa tampoco puede instalar contadores especiales sin haber sido solicitados por los abonados. Los dos reclamantes gastaron, s¨®lo en p¨®lizas, una cantidad de dinero mayor que la que consiguieron de Iberduero, pero consiguieron imponer su raz¨®n y no sufrir las consecuencias de una actuaci¨®n que consideraban arbitraria e ilegal.

?ngel Fern¨¢ndez comunic¨® la resoluci¨®n ministerial a la Asociaci¨®n de Consumidores y Usuarios de Getafe, que a partir de ese momento inici¨® una campa?a de informaci¨®n a los vecinos. La campa?a culmin¨® con la presentaci¨®n ante la Direcci¨®n General del Ministerio de Industria y Energ¨ªa de m¨¢s de 10.000 reclamaciones particulares. El 16 de septiembre de 1983 el Ministerio comunic¨® que Iberduero deb¨ªa devolver las cantidades reclamadas, no s¨®lo a los vecinos de Getafe, sino a todos sus abonados en el territorio espa?ol, que superan el mill¨®n. Aquella orden signific¨® para Iberduero el fin de la pol¨¦mica con los usuarios y un desembolso total de unos 1.500 millones de pesetas.

La Asociaci¨®n de Consumidores, que cont¨® con el apoyo masivo del vecindario, reclam¨® ante el Ministerio de Sanidad y Consumo que se impusiera una sanci¨®n a la compa?¨ªa el¨¦ctrica por falta de disciplina en materia de precios. El Consejo de Ministros celebrado el pasado 2 de abril mult¨® a Iberduero con 18 millones de pesetas por el asunto de los contad ores.

El Ayuntamiento de Getafe, que en el asunto de los contadores s¨®lo prest¨® apoyo t¨¦cnico a la Asociaci¨®n de Consumidores, asumi¨® m¨¢s tarde un papel protagonista, al reclamar los atrasos por impago de la tasa municipal de utilizaci¨®n del vuelo, suelo y subsuelo p¨²blicos por la red el¨¦ctrica. Paralelamente, puso en marcha una investigaci¨®n sobre irregularidades en el cobro a comunidades de vecinos y establecimientos comerciales de energ¨ªa reactiva. Se trata de la energ¨ªa parasitaria que consumen los aparatos (por ejemplo, un ascensor) por el mero hecho de estar conectados a la red, incluso cuando no se encuentran en actividad.

El concejal de Econom¨ªa y Hacienda de Getafe, Antonio Alonso, opina ahora que "el resultado de la negociaci¨®n ha merecido el esfuerzo que se ha realizado y ha conseguido una movilizaci¨®n un¨¢nime de los vecinos". El Ayuntamiento design¨® en 1983 una comisi¨®n negociadora con Iberduero, encabezada por Manuel Pereira, profesor de electricidad en un centro de formaci¨®n profesional, y Mois¨¦s Cohen director de los servicios de Hacienda municipales, a la que se adherieron los municipios vecinos de Parla, Fuenlabrada, Legan¨¦s y Alcorc¨®n. Los ayuntamientos estimaron que la compa?¨ªa les facturaba en exceso el consumo de energ¨ªa y, al mismo tiempo, liquidaba menos de lo debido por la tasa de utilizaci¨®n de terrenos p¨²blicos. Los ayuntamientos no recib¨ªan por la tasa el 1,5% de los ingresos brutos obtenidos por la empresa en cada t¨¦rmino municipal que consideraban preceptivo, sino un canon fijo que en Getafe era de 5.500.000 pesetas en 1979, primer a?o al que se refer¨ªa la reclamaci¨®n municipal.

Los datos de facturaci¨®n facilitados por la empresa, despu¨¦s de duras negociaciones, demostraron que la liquidaci¨®n correcta de la tasa oscilaba en Getafe entre 35 y 40 millones de pesetas anuales. El an¨¢lisis de la facturaci¨®n, seg¨²n Pereira, puso de relieve m¨¢s irregularidades: la tarifa que se aplicaba al consumo de luz del Ayuntamiento no era la adecuada al suministro que prestaba la compa?¨ªa, los recargos de energ¨ªa reactiva estaban calculados de forma incorrecta y tampoco se aplicaba una bonificaci¨®n de horas valle, que afecta a la energ¨ªa consumida durante la noche, cuando la demanda es menor.

En funci¨®n del acuerdo que se alcanz¨® con la compa?¨ªa en julio del pasado a?o, Iberduero tuvo que abonar a los cinco Ayuntamientos litigantes 258 millones de pesetas en concepto de atrasos por la tasa de utilizaci¨®n de terrenos p¨²blicos. Al mismo tiempo, las corporaciones municipales vieron reducida en 313 millones de pesetas el monto de la deuda que, a su vez, manten¨ªan con la compa?¨ªa en concepto de consumos.

Los particulares, peor

Pese al acuerdo, la larga marcha no hab¨ªa finalizado. La siguiente etapa consist¨ªa en conseguir que la situaci¨®n se normalizara para los usuarios particulares. "Pensamos", dice Alonso, "que si estas irregularidades las sufr¨ªa el Ayuntamiento teniendo un equipo de expertos, la situaci¨®n de los particulares, que en su mayor¨ªa desconocen el tema e incluso tienen dificultades para analizar un recibo de la luz, deb¨ªa ser a¨²n peor". Y de nuevo Getafe se convirti¨® en un moderno Fuenteovejuna frente a la compa?¨ªa.

El Ayuntamiento convoc¨® a finales de 1984 a la Asociaci¨®n de Consumidores y Usuarios, a las distintas asociaciones de vecinos de la localidad y a representantes de la hosteler¨ªa y el comercio. Todos ellos decidieron delegar en la corporaci¨®n para que reiniciara negociaciones con Iberduero. La oficina de Servicios Generales del Ayuntamiento se encarg¨® de canalizar las reclamaciones de los abonados, a los que se exigieron las fotocopias de los recibos. S¨®lo en la primera fase se recibieron 1.000 reclamaciones de comunidades de vecinos y al menos 700 de comercios y establecimientos de hosteler¨ªa.

El alcalde de Getafe, el socialista Pedro Castro, opina que el resultado positivo de estas ¨²ltimas reclamaciones ha servido para aumentar la credibilidad de las administraciones locales ante los vecinos. "Hemos demostrado", afirma Castro, "que los ayuntamientos sirven para algo m¨¢s que cobrar impuestos, que es una opini¨®n muy extendida entre los vecinos". Castro a?ade que "la batalla del recibo de la luz significa que los ayuntamientos hemos pasado a ser litigantes en la defensa de los intereses de los vecinos".

Todos los s¨¢bados, desde el pasado mes de febrero, una sala del Ayuntamiento acoge a los vecinos afectados. Por estricto orden y previa convocatoria de los responsables municipales, reciben un cheque con el dinero que Iberduero les ha cobrado de m¨¢s por energ¨ªa reactiva en los ¨²ltimos cinco a?os. Hasta el momento se han entregado 55 millones de pesetas, que se convertir¨¢n en 75 millones al final del a?o.