La cultura popular

Un grupo de alumnos me ha entregado, como trabajo fin de curso, una descripci¨®n anal¨ªtica en torno a los disturbios ocurridos en Soria en 1953, a ra¨ªz del intento, por parte del Gobierno Civil, de prohibir sus celebraciones taurinas populares. Su lectura coincidi¨® con la de un art¨ªculo de G¨®mez Mardones sobre las fiestas cruentas en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, en el que oportunamente se recuerdan las restricciones de que fueron objeto durante la etapa franquista, y con la de una ins¨®lita carta de S¨¢nchez Ferlosio, invocando sorprendentemente la taurofobia de Isabel la Cat¨®lica.La cuesti¨®n, desde luego, merecer¨ªa una reflexi¨®n atenta. Yo desde aqu¨ª la propongo, y lo hago sugiriendo se vertebre en torno a las posibles respuestas a una ¨²nica pregunta: ?qu¨¦ explica el inter¨¦s destructivo mantenido seculamente hacia ciertas manifestaciones de la cultura popular por parte de unas determinadas concepciones del poder del Estado, y, m¨¢s modernamente, por parte de un determinado proyecto de organizaci¨®n socioecon¨®mica de signo francamente capitalista? Dejo en manos de la inteligencia de cada cual la resoluci¨®n del enigma y la actitud moral y vital consecuente. Yo, por mi parte, quiero enviar un saludo a los sorianos y expresarles mi simpat¨ªa y mi solidaridad en su lucha contra la aculturizaci¨®n y en la defensa de su identidad.-