Libano condena el boicoteo de EE UU al aeropuerto de Beirut

Cristianos y musulmanes de L¨ªbano, por una vez unidos, han criticado y lamentado el boicoteo al aeropuerto de Beirut a las l¨ªneas a¨¦reas libanesas ordenado el martes por la Administraci¨®n norteamericana como represalia por el secuestro de los rehenes norteamericanos en Beirut. Washington y Londres han acordado pedir a la comunidad internacional la aplicaci¨®n de un boicoteo contra el aeropuerto de Beirut como "un primer paso para combatir el demonio del terrorismo". Estados Unidos, adem¨¢s, ha empezado por su cuenta a comprobar la seguridad de los principales aeropuertos del mundo.El Gobierno liban¨¦s fue informado oficialmente de la medida ayer de madrugada por el embajador de EE UU, Reginald Bartholornew, pero ya hab¨ªa empezado a reaccionar el martes, nada m¨¢s conocer la noticia a trav¨¦s de la Prensa. El primer ministro, Rachid Karame, achac¨® las represalias al "rencor de George Shultz (secretario de Estado) por la denuncia" por Beirut del acuerdo concluido en 1983 bajo el patrocinio de Washington, informa Ignacio Cembrero.

Selim Salam, presidente de la l¨ªnea a¨¦rea libanesa Middle East Airlines (MEA), no tuvo m¨¢s remedio que ordenar ante esta injusta decisi¨®n norteamericana la suspensi¨®n inmediata de los dos vuelos semanales a Nueva York, que seg¨²n fuentes de la compa?¨ªa originaban unos ingresos de 220 millones de pesetas mensuales.

Aunque rehus¨® hasta ahora hacer comentarios en p¨²blico, el propio jefe de Estado, el cat¨®lico maronita Am¨ªn Gemayel, manifest¨® su sorpresa por tel¨¦fono a Bartholomew, seg¨²n fuentes del palacio presidencial, porque, agreg¨®, "el Ejecutivo norteamericano no conoce las circunstancias de L¨ªbano". Gemayel daba a entender as¨ª que como el Gobierno no controla gran parte del pa¨ªs no se le pueden atribuir responsabilidades por lo sucedido.

Estas manifestaciones oficiales de inocencia, sin embargo, no parecen haber obtenido el eco deseado, y la propia primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, se ha sumado al boicoteo. El anuncio de la petici¨®n conjunta de Londres y Washington fue hecho por Thatcher al t¨¦rmino de una entrevista con almuerzo de tres horas y media con el vicepresidente norteamericano, George Bush, que lleg¨® el martes por la noche a Londres despu¨¦s de una gira europea de 10 d¨ªas, se?ala Carlos Mendo.

Washington y Londres se comprometen "a pedir el acuerdo de todos los Estados que comparten su preocupaci¨®n por la seguridad a¨¦rea para suspender todos los servicios entre esos pa¨ªses y el aeropuerto internacional de Beirut". Thatcher anunci¨® que los representantes de las siete naciones m¨¢s ricas del mundo -Estados Unidos, el Reino Unido, Canad¨¢, Francia, la Rep¨²blica Federal de Alemania, Italia y Jap¨®n- se reunir¨¢n la pr¨®xima semana en Bonn con el fin de dise?ar una estrategia destinada a combatir el terrorismo.

Control norteamericano

Estados Unidos ha empezado a revisar las medidas de seguridad de los principales aeropuertos del mundo, seg¨²n anunci¨® ayer la secretaria norteamericana de Transportes, Elizabeth Dole. Washington informar¨¢ a los Gobiernos cuyos aeropuertos no sean seguros de las medidas que deber¨¢n adoptar. En el caso de que no se haga caso de estas recomendaciones, Washington impedir¨¢ que aviones norteamericanos viajen al pa¨ªs en cuesti¨®n y prohibir¨¢ la entrada en Estados Unidos de aviones que procedan de ¨¦l.Jihad Isl¨¢mica, por su parte, ha anunciado, en dos comunicados publicados en las ¨²ltimas 24 horas, que "los siete norteamericanos en nuestro poder -apresados en Beirut durante los ¨²ltimos 15 meses- tendr¨¢n un porvenir negro si la Administraci¨®n de EE UU lleva a cabo alguna acci¨®n alocada contra nuestro pueblo".

Tanto la Prensa siria como la libanesa tienden a interpretar la permanencia frente a las costas de L¨ªbano de varios buques de la Sexta Flota norteamericana como el presagio de una operaci¨®n militar de castigo que, seg¨²n el rotativo izquierdista As Safir, consistir¨ªa en la destrucci¨®n del aeropuerto y contar¨ªa con un apoyo log¨ªstico de Israel.

Las sanciones de Washington y los rumores sobre una venganza violenta han debido de ser tomados lo suficientemente en serio como para incitar al presidente sirio, Hafez el Asad, mediador en la reci¨¦n acabada crisis de los rehenes, a anular el lunes una visita oficial a Checoslovaquia para "seguir de cerca la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo".