Imprevisto homenaje de Antoni Besses a 'La m¨²sica callada', de Mompou

ENVIADO ESPECIALEl pianista barcelon¨¦s Antoni Besses aport¨® un imprevisto homenaje en la noche del pasado viernes que, aunque parezca mentira, no se hab¨ªa escuchado nunca en el Festival Internacional de M¨²sica y Danza de Granada desde su fundaci¨®n hace 34 a?os: La m¨²sica callada, de Federico Mompou, una de las aportaciones m¨¢s bellas, originales y trascendentes de nuestros compositores a la cultura occidental.

Por enfermedad de la pianista Eulalia Sol¨¦, que deb¨ªa tocar cuatro autores espa?oles actuales junto a la sant¨ªsima trinidad de la Escuela de Viena, se invit¨® al barcelon¨¦s Antoni Besses, pianista de crecido prestigio nacional e internacional. Con 24 horas de antelaci¨®n est¨¢ claro que Besses no pod¨ªa hacerse cargo del programa de Sol¨¦.

As¨ª, lo que pudo ser un suced¨¢neo se convirti¨® en el remedio de una grave carencia. Y si La m¨²sica callada, ¨²ltima y apurada s¨ªntesis del arte de Mompou, de su vitalidad, su alma y su esp¨ªritu, no es mensaje mayoritario al carecer de todo fuego de artificio supone, en cambio, la m¨¢s alta muestra de concisa y alquitarada po¨¦tica sonora; una b¨²squeda, a trav¨¦s del contacto f¨ªsico con el piano, de la expresividad m¨¢s ¨ªntima y de la perfecci¨®n como est¨¦tica.

El decano de nuestros compositores, ese maravilloso artista y extraordinario ser humano que es Federico Mompou, se merec¨ªa, adem¨¢s, este homenaje que desde Granada le enviamos todos hasta su mirador del paseo de Gracia barcelon¨¦s. M¨¢s todav¨ªa si la versi¨®n alcanza la autenticidad, tersura, recogimiento y mesura sonoras conseguidas por Antoni Besses.

El pianista catal¨¢n ha desentra?ado hasta el ¨²ltimo rinc¨®n de los pentagramas callados para evidenciar esos ecos que en Mompou se confunden con las voces de una larga ¨¦poca: jirones de folclore catal¨¢n, rasgos de romanticismo parisiense, impresionismo mediterr¨¢neo, misticismo un poco a lo Scriabin o desnudez a lo Satie. Vivencias que se reflejan en la muestra de Mompou para convertirse inmediatamente en otra cosa.

El p¨²blico que asisti¨® a la, noche dedicada a Mompou, no se sinti¨® defraudado, si dejamos aparte a algunos que no deb¨ªan saber a qu¨¦ y por qu¨¦ iban y abandonaron pronto el auditorio Falla con ruidosa descortes¨ªa. La m¨²sica callada en la versi¨®n de Besses, tan distinta a la del mismo Mompou y al mismo tiempo tan valiosa, quedar¨¢ como uno de los m¨¢s hondos recuerdos de la presente edici¨®n del festival granadino.

La verdadera contribuci¨®n del nuevo director del festival, Antonio Mart¨ªn Moreno, reside en los cursos Manuel de Falla y en los conciertos que los complementa.