El tercero en concordia
Al leer las Acotaciones de Luis Goytisolo a Coto vedado, de su hermano Juan, he tenido la impresi¨®n de que el acotador cae en la trampa del exceso de "familiaridad" que ¨¦l mismo se?alaba ("no hay peor lector de una obra, por lo general, que la esposa del autor y sus familiares m¨¢s pr¨®ximos") y acaba demostrando precisamente lo que pretend¨ªa negar: su buen prop¨®sito inicial del "me niego a considerarme lector privilegiado de Coto vedado, ya que estas lecturas privilegiadas no existen".La lectura privilegiada de Matilde Moret, ?no es tal vez la que practica el autor a lo largo de sus extensas Acotaciones? Un examen al trasluz de ¨¦stas, ?no nos informa acaso menos sobre Coto vedado que acerca de las complejas relaciones psicoanal¨ªticas que mantiene Luis con su hermano? Una parte de los lectores de su texto habr¨¢ podido plantearse ese tipo de preguntas, alejando todav¨ªa el debate del n¨²cleo central de la reflexi¨®n.
Efectivamente, s¨®lo hay dos tipos de lecturas: buenas y malas. Las primeras exigen, ante todo, entender. No s¨®lo las palabras -que no son exactamente las cosas que representan-, sino tambi¨¦n los distintos planos -p¨¢gina realidad, memoria/ imaginaci¨®n, ficci¨®n/ testimonio- que pueden sustentarlas. Hay lectores tan ingenuos que, como nuevas Alicias, intentan pasar al otro lado de la p¨¢gina en cuanto ¨¦sta les parece que no refleja suficientemente bien la realidad. El acotador no parece entender, por ejemplo, que el abuelo y el padre que figuran -aparecen representados en Coto vedado- no son exactamente su abuelo y su padre. Son, en cambio, el abuelo y el padre del narrador de Coto vedado. ?se es su mundo, creado verbalmente, y el lector que entra en ¨¦l lo hace porque le interesa el mundo y la visi¨®n de Juan Goytisolo. Si le interesara en ese momento el mundo familiar de otro escritor llamado Luis Goytisolo, se ir¨ªa a Antagon¨ªa con la m¨²sica de la lectura a otra parte.
La libertad del lector
Por tanto, estas l¨ªneas no tienen otro motivo que el de reclamar mi derecho de libertad e igualdad como lector frente a la fraternidad de lectores privilegiados. Y digo esto porque tambi¨¦n yo, a trav¨¦s del trato asiduo con Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo, podr¨ªa reclamar mi peque?o coto o privilegio de "lector privilegiado", ya que ¨¦l me coment¨® en diversas ocasiones episodios familiares que figuran en Coto vedado. Y adem¨¢s me se?al¨® que el episodio del abuelo, tal como lo cuenta Juan Goytisolo, es rigurosamente exacto. Pero yo no estoy aqu¨ª para contrastar las opiniones de Luis o Jos¨¦ Agust¨ªn (ser¨ªa un juego tan in¨²til como el que practica el acotador), sino para reclamar mi derecho a ver una realidad con los ojos del autor que he escogido leer: Coto vedado en este caso.
Y, por cierto, de mi lectura de Coto vedado no se desprende que el abuelo del narrador fuese un "taimado pederasta" (cot¨¦jense los prolijos detallismos e hip¨®tesis de Luis Goytisolo, en el episodio del abuelo, con el exacto recuerdo sin rencor del que lo vivi¨® realmente), ni su padre, un "tirano". Todo lo contrario. La figura del padre es tal vez la mejor dise?ada del libro, sin manique¨ªsmos, con distintos enfoques cronol¨®gicos, gradaciones de sombra y de luz, y se dir¨ªa que con la comprensi¨®n del hijo que se pone finalmente en el lugar del padre. Pero este padre no es ya el padre de Luis Goytisolo. Y los lectores de Coto vedado podemos conocerlo tambi¨¦n como ese vergonzante lector privilegiado que cree ser su hijo.
No se puede responder a la realidad filtrada por la memoria de un texto literario de las caracter¨ªsticas de Coto vedado sino con otra. creaci¨®n de su mismo, alcance y envergadura. El empe?o puntilloso de Luis de se?alar presuntos errores es, a fin de cuentas, irrelevante: no nos habla del Ebro; nos habla de s¨ª mismo. Su hermano podr¨ªa establecer muy probablemente otras semejantes respecto a sus Acotaciones, pero ser¨ªa una p¨¦rdida de tiempo similar a la suya. La figura literaria de Luis no sale tal vez engrandecida de esta empresa ni corresponde a lo que cab¨ªa esperar del autor de una obra como Antagon¨ªa.
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